El gobierno nacional, a través del Ministerio de Trabajo, hizo lugar al reclamo del antimoyanismo al dejar sin efecto el congreso sindical del 12 de julio convocado por la CGT, y llamó a la central obrera que conduce Hugo Moyano a realizar una nueva reunión de su consejo directivo.
"No hubo quórum, no se cumplieron los requisitos. Queda en manos de las propias organizaciones sindicales normalizar el proceso electoral, esto es lo que hemos dictaminado", afirmó el ministro Carlos Tomada durante una conferencia de prensa.
El funcionario se cuidó durante toda su exposición de mencionar la palabra impugnación o invalidez para referirse a la disputa en la central obrera, sin embargo, trasladó el problema a la central sindical al indicar "que sea la propia CGT la que convoque a una reunión de su consejo directivo para que se pronuncie, subsanando los efectos y resuelva la implementación del proceso electoral".
Al respecto, fuentes del moyanismo indicaron que "el martes próximo" el consejo directivo que encabeza el camionero "se reunirá con los abogados de la CGT para definir los pasos a seguir", aunque consideraron que la resolución de Trabajo "no está firme".
Cerca de Moyano acusaron a la cartera laboral de dejar "sin efecto el congreso" convocado por la CGT sin utilizar "todas las pruebas" presentadas por ese sector.
"El ministerio actuó sin analizar todas las pruebas, porque en la reunión del 24 de abril no sólo había quórum sino que sobraba quórum", enfatizaron.
Justificación. El antimoyanismo, que presentó el pedido de impugnación del congreso ante la cartera de Trabajo, justificó la decisión anunciada por Tomada al señalar que "el Ministerio no hizo más que interpretar lo que correspondía".
Según informó el secretario de la UTA, Roberto Fernández, "el consejo directivo" de ese sector, que quiere a Moyano fuera de la conducción de la CGT, también se reunirá el martes, a las 11.30, en la sede de la UOM. El encuentro fue convocado por el metalúrgico Juan Belem para decidir el "accionar futuro, pero buscando el arco de la unidad del movimiento obrero".
Tomada argumentó que para la cartera laboral "de las constancias de ambas partes se ha determinado que la reunión del consejo directivo del 24 de abril no reunió el quórum establecido por el estatuto de la Confederación General del Trabajo".
Asimismo, y respecto del consejo directivo de la CGT , indicó que en esa oportunidad hubo "seis dirigentes que habían sido reemplazados de manera irregular", y en ese órgano "los cargos son personales deben ser ejercidos por los que son elegidos en consejo ordinario".
Consenso esquivo. "Confiamos que se pueda llegar a algún tipo de consenso", manifestó el ministro, que luego explicó que "será la propia CGT la que convoque a una reunión de su consejo directivo para que se pronuncie, subsanando los efectos y resuelva la implementación del proceso electoral".
En otro orden, el funcionario aclaró que "en el caso que venzan los mandatos en ese período, las actuales autoridades permanecerán en sus cargos hasta que culmine proceso".
En ese marco, el secretario de Derechos Humanos de la CGT, Julio Piumato, acusó a Trabajo de "intervenir en la vida interna" de la central obrera "violando la autonomía sindical, algo que va en contra de lo que los trabajadores pretenden para designar libremente a sus representantes". Luego sentenció: "Sabe que gana Moyano y salieron a cubrir a los Gordos. Después de criminalizar la protesta social, faltaba esto, intervenir en la vida interna de la CGT, violando la autonomía sindical".
"Con esta medida se agota la conciliación que ha tenido el ministerio en este conflicto interno de la CGT", subrayó Tomada, quien aclaró que "nuestra competencia surge de la ley, de la jurisprudencia y del convenio 87 de OIT" sobre libertad sindical.
Caló y el futuro
El titular de la UOM, Antonio Caló, aseguró que todavía existe la posibilidad de llegar a un congreso unificado en la CGT, aunque aclaró que si el titular de la central obrera no asiste “será problema de (Hugo) Moyano, no problema nuestro”. Expresó que desde su sector no pierden las esperanzas: “De lo contrario, habrá dos CGT”.