Con el objetivo de recuperar identidad progresista en el largo y sinuoso camino hacia 2023, el socialismo santafesino fichó con vistas a la próxima campaña a un consultor que tiene entre su cartera de clientes a varias figuras de primera línea del peronismo.
Se trata del sociólogo Ignacio Ramírez, el cerebro detrás de la campaña para gobernador de Axel Kicillof en 2019. Con el anti manual Durán Barba bajo el brazo, el también director del posgrado de Opinión Pública y Comunicación Política de Flacso montó una narrativa minimalista y descontracturada, en contraste con la espontaneidad de laboratorio del PRO.
El símbolo de esa campaña bonaerense fue el Renault Clío con el que el ex ministro de Economía de Cristina Kirchner se lanzó a las rutas bonaerenses para juntar votos para lograr una tarea que parecía imposible y que hoy el PS quiere emular en Santa Fe: el regreso al poder después de solo cuatro años en el llano.
En el PS valoran a Ramírez como un especialista en leer el clima de época y las emociones que predominan en la opinión pública. “Es una persona muy resolutiva y con mucha capacidad de diálogo, que trabaja en el campo de ideas en el que queremos desarrollar nuestro perfil, que es la centroizquierda”, señalan desde el partido.
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Consultado por La Capital, Ramírez dijo que el desafío del partido es robustecer la identidad y refrescar el lenguaje político. “En un contexto de giro a la derecha, es importante que las alternativas progresistas se fortalezcan y salgan a la cancha a pelearla”, planteó.
Es algo que Ramírez subraya hace tiempo. Entrevistado por este diario en octubre de 2020, el sociólogo advirtió: “El gobierno es progresista pero las derechas marcan el clima ideológico”.
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Pese a algunos contactos informales el año pasado -del que participó en su momento Miguel Lifschitz- la relación formal de asesoría empezó en 2022.
El plan es recuperar el legado de las gestiones socialistas, tanto en Rosario como en la provincia y suplir cierto déficit de identidad. “Queremos recuperar un perfil más rebelde, más popular, un volver a las fuentes”, explicaron.
No lo hacen en el vacío. Con la UCR como principal impulsora, otros jugadores opositores como Pablo Javkin y el PRO buscan montar un gran tinglado que cobije al no peronismo. Un armado que, como mostró el veto de la Coalición Cívica a Antonio Bonfatti, implica una arquitectura compleja.
“En un contexto de giro a la derecha, es clave que las alternativas progresistas salgan a la cancha a pelearla” “En un contexto de giro a la derecha, es clave que las alternativas progresistas salgan a la cancha a pelearla”
Ramírez gambetea cualquier definición electoral, pero observa un escenario más abierto que en otros distritos. “La grieta no desaparece, pero admite creatividad” indica.
Más allá de que las conversaciones con las otras fuerzas existen y el debate sobre qué hacer en 2023 ya genera tensiones en el PS, en el partido aseguran que quieren llegar a fin de año con volumen propio. Y que verán en ese momento cuál es el mejor instrumento electoral.
“Queremos construir hechos políticos y generar espacios de conversación con la sociedad civil, donde la política tenga un lugar de escucha”, señalaron.
Conversaciones
En ese camino, una serie de think tanks socialistas como Cemupro, Demos y la Fundación Estévez Boero armaron el ciclo de charlas Comunidad de ideas, centrado en cinco ejes: la política, el ambiente, la seguridad, la igualdad y el desarrollo.
El ciclo comenzará mañana a la tarde en el Auditorio Fundación Astengo, con una actividad de la que participarán el politólogo y consultor Pablo Touzon y la economista Marina Dal Poggetto, directora de EcoGo.
Para las próximas semanas tienen pautadas una serie de charlas en Rosario, Santa Fe y Buenos Aires, en la que intervendrán analistas de distintos palos ideológicos, como Mayra Arena, María Esperanza Casullo, Pablo Stefanoni y Andrés Malamud; especialistas en opinión pública, como el propio Ramírez, Juan Germano y Natalia Aruguete, y los periodistas Nico Guthman y Flor Alcaraz.