La propuesta por una nueva ley que reordene el funcionamiento de los partidos
políticos y el sistema electoral nacional fue formalizada ayer por la presidenta en un acto en la
Casa Rosada. El proyecto apunta a cerrarle el camino a los "sellos de goma" y a toda una industria
que se desarrolló en los últimos años en el país: la de fabricar partidos políticos que luego no
tienen existencia real pero cobran del Estado en cada acto electoral.
Una Cristina exultante celebró el anuncio, pero — y aunque lo
minimizó—, no logró ocultar su decepción por la ausencia masiva de referentes políticos de la
oposición.
Cristina se tomó 24 minutos para su discurso en el Salón de las Mujeres de un
proyecto con un título de 15 palabras: "Proyecto de Ley de Democratización de la Representación
Política, la Transparencia y la Equidad Electoral". "¿Pulseada con la oposición?, acá no hay
ninguna pulseada, primero porque soy mujer y segundo porque se trata de ver si los argentinos
podemos hacernos cargo de los que dijimos", dijo la presidenta, quien presentó el proyecto como el
resultado de acuerdos alcanzados en las rondas de diálogo político con unos 30 partidos políticos
que concurrieron a la Casa Rosada en los meses pasados.
Pesado. El discurso de Cristina fue acompañado de algunos elementos sorpresa que
estaban sobre su atril, y que fue mostrando: primero sacó un libro de más de 500 páginas donde el
Ejecutivo se tomó el trabajo de compilar, editar y publicar todos los proyectos presentados por la
totalidad de partidos políticos opositores en el Congreso. "Me tomé el trabajo de pesarlo, y pesa
un kilo y medio", chicaneó la presidenta.
La hipótesis del oficialismo es que los contenidos del proyecto de reforma
política presentada ayer está completamente en línea con lo que vienen diciendo desde todo el arco
político parlamentario.
En otro tramo, Cristina planteó la necesidad de mejorar y embellecer el diseño y
la impresión de las boletas que se disponen en el cuarto oscuro. Y sorpresivamente sacó y mostró
las dos boletas de los principales partidos uruguayos, utilizadas en las elecciones del último
domingo. Dirigiéndose a los periodistas de la Casa de Gobierno, presentes en el acto, dijo: "Muchos
periodistas hablan maravillas del sistema uruguayo, bueno nosotros proponemos implementar un
sistema muy similar, utilizando incluso boletas con colores alegres y no como las que tenemos en el
país que son «onda papel de diario»".
Uno de los cuatro capítulos centrales de la reforma propuesta refiere a las
elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (Paso), que fueron incorporadas en el
proyecto de un modo casi calcado del sistema santafesino.
"No estamos inventando nada, este sistema ya funciona en Santa Fe. En esa
provincia, el sistema de las Paso fue impulsado por un gobierno peronista. Cuando se aplicó por
primera vez posibilitó el triunfo del primer gobernador socialista de la Argentina, Hermes Binner",
recordó Cristina Fernández, buscando despejar la trama de suspicacias en relación a un supuesto
beneficio que escondería la ley para posibilitar la reelección kirchnerista.
En la Argentina se registran 685 partidos políticos, 33 de ellos de alcance
nacional, pero la gran mayoría de ellos no tiene existencia real. La propuesta del oficialismo
busca elevar las exigencias para que los partidos puedan sostenerse en el tiempo. Un partido, para
tener alcance nacional, debe garantizar una cifra cercana a los 30 mil afiliados reales en todo el
país.
El Salón de las Mujeres rebalsó de invitados, casi todos del arco kirchnerista y
aliados, con la excepción de miembros de la Justicia electoral, entre los que se destacó la jueza
María Romilda Servini de Cubría, quien se sentó desde temprano en la primera fila.