La vicepresidenta electa Cristina Fernández rechazó la acusación que la vincula a una asociación ilícita para cometer delitos con las licitaciones de obra pública, denunció que es víctima de una persecución orquestada por la mesa judicial armada por el gobierno de Mauricio Macri, y aseguró que, pese a que los jueces que la investigan "seguramente tienen la condena escrita", a ella ya la "absolvió la historia".
La ex mandataria declaró durante tres horas ante un tribunal oral en el marco de la causa "Vialidad", por la que se investiga si direccionó contratos de infraestructura en Santa Cruz, a favor del empresario Lázaro Báez. Tras negar esa acusación, advirtió que en el período de tiempo sometido a análisis, el jefe de Gabinete, que es el que ejecuta el presupuesto, era Alberto Fernández. "Si es así, van a tener que citar al presidente de la República", espetó.
La causa que se ventila en tribunal oral número dos, se inició con una auditoría que ordenó el ex titular de Vialidad y del área energética durante el macrismo, Javier Iguacel. El funcionario, que actualmente es investigado en la causa de los peajes, dispuso investigar las obras viales realizadas en Santa Cruz.
Los auditores no encontraron irregularidades pero Iguacel igual hizo la denuncia, a través de los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques. Junto al juez Julián Ercolini se ordenaron estudios en los que no participaron las partes y estimaron sobreprecios para formular la acusación. También se apoyaron en una declaración del arrepentido Leonardo Fariña, que luego se reveló coacheada por ordel del Ministerio de Justicia.
En la etapa de instrucción, los imputados pidieron la realización de las pruebas más elementales, entre ellas un peritaje de las obras cuestionadas. Del total de los 81 tramos de rutas que se hicieron en Santa Cruz, el juicio puso la lupa sobre 51, que son las que ganó en las licitaciones Lázaro Báez con distintas empresas. Pero de esas 51, el tribunal sólo admitió peritar cinco. De ese estudio sí participaron las partes.
La audiencia de ayer fue presidida por Jorge Gorini, Andrés Basso y Rodrigo Giménez Uriburu y no se transmitió por televisión, pese a la solicitud de Cristina Kirchner.
"Este es un tribunal del lawfare. Que seguramente tiene la condena escrita. A mí me absolvió la historia. Y a ustedes seguramente los va a condenar la historia", dijo la ex presidenta sobre el cierre.
Cristina enmarcó el juicio en el concepto de guerra jurídica. Y atribuyó el proceso judicial a "un plan ideado por el gobierno saliente", que contó con "el auxilio invalorable del aparato judicial".
Las frases más picantes que dejó en tres horas de declaración fueron las siguientes:
- "Había que condenar a un gobierno, el de Néstor Kirchner, que desendeudó el país".
- "No soy amiga de Lázaro Báez y nunca lo fui. Pero el hecho de que una persona sea amigo y tenga empresas no es delito. Si no, cómo lo llamarían al amigo del alma del presidente que se quedó con las energéticas que saquearon los bolsillos de los argentinos".
- "El que ejecuta el presupuesto es el jefe de Gabinete Si es así, van a tener que citar al presidente de la República, que fue jefe de Gabinete de 2003 a 2008".
- "El gobierno que se va tenía una mesa judicial donde decidía todo. Hasta decidía quién iba preso, quién no iba preso, qué empresario había que apretar para sacarle la empresa".
- "El gobierno utilizó la Oficina Anticorrupción y la UIF para impulsar las causas judiciales. El rol de la señora Laura Alonso, no abogada, que asume la OA. Se modificó el decreto para que pueda asumir. ¿Quién es el titular de la UIF? Mariano Federici, que viene del HSBC, una entidad financiera que ha sido internacionalmente perseguida por lavado de dinero. Y el HSBC tiene una causa en la Argentina".
- "La negativa a transmitir su declaración obligatoria es "una clase práctica del lawfare en la argentina llevado a cabo por este tribunal".
Tras finalizar su exposición, la ex presidenta fue interrumpida para preguntarle si pensaba responder preguntas. "Preguntas van a tener que responder ustedes, no yo", retrucó.
Durante toda la declaración, la ex mandataria repasó los distintos puntos de la acusación y los respondió.
Se refirió a Ercolini como un juez "mutante" porque en 2011 los había sobreseído a Néstor Kirchner y a ella. También calificó como "una vergüenza" la acusación.
A pesar del veto judicial, varios canales de televisión transmitieron en vivo la audiencia.