La propuesta de avanzar con modificaciones a la Carta Magna santafesina, fogoneada días atrás por el gobernador ante la Asamblea Legislativa, no sólo activó los sensores de la oposición sino que potenció las diferencias en el oficialismo respecto de la figura de la reelección del jefe de la Casa Gris. "Hay que recordar que Miguel Lifschitz juró por una Constitución que no tiene esa herramienta", aseguró ayer Rubén Giustiniani, diputado provincial del Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS).
Desde que instaló públicamente la posibilidad de actualizar la Carta Magna, Lifschitz no se pronunció con firmeza acerca de su negativa a un probable segundo mandato ("Si fuera necesario sí, pero no lo tenemos definido", deslizó escuetamente a la prensa porteña), posición que contrastó con la esgrimida en su momento por otros impulsores de cambios en la Constitución, como el ex gobernador Antonio Bonfatti.
"Todos coincidimos en que la Carta Magna debe reformarse, pero es fundamental explicarle a la sociedad para qué necesitamos una nueva Constitución porque, de lo contrario, siempre queda instalado el tema en medio de tironeos entre dirigentes", afirmó a La Capital Giustiniani.
En esa línea, el socialista agregó: "Cuando se habla de una reforma constitucional siempre aparece el fantasma de la reelección del gobernador, y eso no es bueno. Además, no es que yo no le daría a Lifschitz la posibilidad de ir por otro mandato sino que la propia Carta Magna se lo impide".
"Está clarísimo: el actual gobernador juró por una Constitución que no tiene esa herramienta", enfatizó Giustiniani, quien instó a encarar "un fuerte y amplio debate sobre la necesidad de una nueva Carta Magna en la provincia, un instrumento que garantice los derechos ciudadanos para que un funcionario no aumente la luz sin audiencia previa y que contemple también la autonomía municipal".
Asimismo, el legislador instó a no incurrir en "las malas prácticas de otros gobernadores que, a través de una Justicia no independiente, obtuvieron la reelección vía Corte Suprema, un gravísimo error".
"En realidad, no es un problema que el gobernador no se autoexcluya de la reelección. La propia Constitución santafesina no le otorga esa chance", concluyó Giustiniani.
En sintonía, su par de bancada Silvia Augsburguer destacó la necesidad de aggiornar la Carta Magna de Santa Fe ("Es la única provincia, junto a Mendoza, que todavía no lo hizo", rememoró), pero rápidamente advirtió que "está claro que Lifschitz ha jurado por una Constitución que no le permite ir por otro mandato".
"Vamos a iniciar en los próximos días conversaciones con cada uno de los partidos con representación legislativa y también con los referentes de los bloques y aprovechar este tiempo para que nos permita concretar el anhelo de una nueva Constitución. No tenemos plazos ni urgencias, sólo voluntad de avanzar", había anunciado el mandatario el 1º de mayo pasado, frente a las bancas de la Cámara baja.
Además de disparar la reacción opositora (ver aparte), el oficialismo entró en estado de ebullición pocas horas después del mensaje del jefe de la Casa Gris en la apertura de las sesiones ordinarias de la Legislatura santafesina: el diputado socialista Rubén Galassi se pronunció a favor de evaluar muy bien los tiempos en que se convocará a una reforma constitucional.
Ecos. Paralelamente, el ministro de Gobierno provincial, Pablo Farías, anunció la inminente apertura de una ronda de diálogo con los partidos políticos y admitió como "necesaria una reelección del mandatario y del vice, porque permite completar planes de gestión, aunque es una cuestión a definir desde qué período".
Por su parte, el flamante secretario general del Partido Socialista (PS) santafesino, Enrique Estévez, señaló a este diario: "El mensaje más importante de Lifschitz, y que transmite mayor tranquilidad, es que no tenemos plazos ni urgencias. Sí existe la vocación de avanzar con una reforma constitucional, y en eso estamos. Veremos cuáles serán los resultados que arrojen las conversaciones con los distintos partidos de la provincia".
"Siempre consideramos razonable que exista la posibilidad de una reelección, no indefinida como en otras provincias, del mandatario. Pero también creemos que hay que hacer todo lo posible para que ese debate no sea un escollo para la discusión del resto de los temas que debe incluir la reforma", sentenció el concejal rosarino.