La 113º Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) puso en marcha ayer una propuesta de "reconciliación" por lo ocurrido durante la última dictadura militar, para lo cual los obispos comenzaron a recibir testimonios directos de familiares de desaparecidos y de militares.
Los obispos, que pretenden "sanar heridas", iniciaron este proceso en la asamblea plenaria que la CEA realiza en la Casa de Retiros Cenáculo-La Montonera, en Pilar.
"La 113º Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina iniciará un tiempo de reflexión sobre los acontecimientos ocurridos durante la última dictadura militar.
El mismo comenzará con la escucha de algunos testimonios de familiares de personas que sufrieron las consecuencias de este período marcado por la violencia en distintos ámbitos de la sociedad, indicó la entidad en un comunicado. Según se informó, esta primera etapa se limitará exclusivamente a la escucha de algunos testimonios y no al intercambio entre los participantes: para ello, se invitó a "un número acotado de personas" para contar con un tiempo suficiente para que narren sus experiencias.
La Conferencia Episcopal señaló que este proceso "de largo aliento" continuará durante las asambleas de los próximos años, donde se buscará realizar, más adelante, "un camino de diálogo entre los obispos en el marco de la cultura del encuentro y la amistad social".
La propuesta de la asamblea plenaria, encabezada por el presidente de la CEA, José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe, fue sin embargo duramente cuestionada por los principales referentes de organismos de derechos humanos, los que ratificaron su compromiso con la "memoria, verdad y justicia" y volvieron a acusar a la Iglesia de ser "partícipe del horror", en los crímenes del terrorismo de Estado.