Por volumen político y por lo que está en juego para las generales del 10 de septiembre, la categoría a gobernador se llevó casi todo la atención y los principales títulos. Sin embargo, en el rubro diputados se libró (y se libra) una batalla que adquiere un significado especial por los nombres con peso específico que integran las listas y cuya composición final resultará clave para la gobernabilidad del próximo mandatario santafesino que resulte electo.
Con el 98,69 % escrutado, el resultado provisorio arroja hasta el momento una ajustadísima ventaja de la socialista Clara García sobre José Corral. El radical se mantuvo al frente de la interna Unidos para Cambiar Santa Fe desde que arrancó el escrutinio hasta bien entrada la madrugada del lunes, pero sobre el final, cuando se volcaron los datos de Rosario, la precandidata del PS pasó por unas décimas al ex intendente de Santa Fe.
Si bien faltan computar unos 30.000 votos, García terminó ganando la interna a Corral por 1.615 votos. Tercero quedó Dionisio Scarpin y en cuarto lugar quedó Antonio Bonfatti.
El enroque de último momento de García por Mónica Fein (salió tercera para gobernador) le dio resultado al socialismo, que se vio revitalizado con la performance legislativa, en contraposición a los cargos ejecutivos en los que compitió. Si se mantienen estos guarismos y en la general sale victoriosa la lista que lidera la viuda de Miguel Lifschitz, colocará siete de los 28 diputados provinciales.
Por el sector que lidera Bonfatti, de resultar ganador el 10 de septiembre, entrarán cuatro diputados. Si se suman los dos espacios de extracción socialista, el PS contaría con un bloque de once legisladores. Si bien no es una suma automática, dada las diferencias que se abrieron tras el cierre de lista, terminaría siendo la bancada mayoritaria en la Cámara baja provincial.
Por el lado del peronismo, todo estuvo definido desde el principio. La lista que encabezó el gobernador Omar Perotti ganó sin inconvenientes, sacando el 53% de los votos en el frente Juntos Avancemos. El mandatario, además, fue el más votado de manera individual en la categoría a diputado.
Perotti, al igual que hicieron Bonfatti y Miguel Lifschitz, se juega a mantener cierta cuota de poder en el peronismo refugiándose en la Legislatura santafesina. Su lista, en su mayoría, está compuesta por funcionarios de primera línea que terminarán su tarea ejecutiva el 11 de diciembre, fecha estipulada para el cambio de mando en la Casa Gris.
Con los votos que sacó, Perotti se queda con gran parte de la nómina que competirá en las generales, desde el primero hasta el cuarto lugar, con Sonia Martorano, Miguel Rabbia y Celia Arena. El quinto lugar queda para la lista que lideró la vicegobernadora Alejandra Rodenas. El sexto lugar es para Walter Agosto y el séptimo para la lista encabezada por Lucila De Ponti. El octavo espacio también es de la nómina del rafaelino e irá Marcos Corach. Por su parte, el noveno es para la lista de Juan José Piedrabuena y el décimo para Verónica Porcelli, la mujer que se ubica detrás de Oscar “Cachi” Martínez.
Otra vez la mediática Amalia Granata, de Unite por la Libertad y la Dignidad, cumplió una muy buena elección, siendo la segunda precandidata nominalmente más votada, con 176.097 sufragios a su favor (ver aparte).
Para quedar seleccionado para participar de las elecciones generales, cada frente o partido debía sacar 40.900 votos, lo que representa el 1,5 % de la totalidad del padrón.
Sobre el final, el diputado Rubén Giustiniani, de Igualdad, logró perforar ese piso y su lista de diputados competirá en las elecciones del 10 de septiembre.
Carlos Del Frade pasó largamente esa cifra, sacando 63.610 votos, por lo que la boleta del Frente Amplio por la Soberanía también está en el cuatro oscuro en la elección general.