La Justicia federal recibió cinco denuncias en contra de la titular de Madres de
Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, por las duras declaraciones sobre la Corte Suprema, mientras que
el gobierno minimizó la gravedad de las expresiones al asegurar que el "eje del debate" es la ley
de servicios audiovisuales.
Al distanciarse de la presidenta de las Madres, Estela de Carlotto (titular de
Abuelas de Plaza de Mayo) aseguró que no comparte "absolutamente nada" con Bonafini "salvo el
dolor" por el tema de los desaparecidos, aunque remarcó que la respeta "en el sentido de su dolor"
y "de su autonomía institucional".
Carlotto dijo que Hebe es "una señora que tiene un carácter especial" y se
diferenció: "Yo no incito a la violencia ni agredo con palabras soeces".
Durante un acto a favor de la ley de medios, Bonafini había advertido:
"Arranquémosle a la Corte el fallo. Si tenemos que tomar el Palacio (de Tribunales), tomémoslo. Hay
que arrancarle a la Corte lo que es del pueblo". También calificó de "turros" a sus integrantes y
que eran "cómplices de la dictadura" y "cobraban sobres".
Ocurre que el alto tribunal tiene que expedirse sobre el artículo 161 de la ley
de servicios de comunicación audiovisual que establece el plazo de un año para la desinversión de
los titulares de medios que tengan más licencias que las que permite esa norma.
Por estas declaraciones, la Justicia federal recibió entre anteayer y ayer cinco
denuncias penales contra la titular de Madres.
El legislador porteño Daniel Amoroso (bloque Unión Federal) acusó ayer a
Bonafini de haber instigado a cometer el delito de atentado al orden constitucional y a la vida
democrática y de cometer apología del crimen.
La denuncia de Amoroso, al igual que la de Tomás Kelemery en el mismo sentido,
quedaron radicadas ante el Juzgado Federal Nº3 de Daniel Rafecas.
En tanto, los jueces Claudio Bonadío, Sergio Torres y Marcelo Martínez de Giorgi
recibieron las acusaciones presentadas por Juan Ricardo Mussa, Denis Pitté Fletcher y Jorge Ernesto
Agüero Cevallos por el supuesto delito de apología del delito y traición a la patria, amenazas y
incitación a la violencia colectiva.
Cambio de eje. Como primera reacción del gobierno, el canciller Héctor Timerman
afirmó que "el eje del debate es ley de medios de la democracia o ley de la dictadura y no los
dichos de Hebe".
A través de la red social Twitter, Timerman planteó: "¿Por qué los medios no
resaltan el discurso de Estela (de Carlotto sobre (Héctor) Magnetto y los robos de bebés?, ¿acaso
eso no es más grave que los dichos de Hebe?".
Hasta ese momento el único que se había pronunciado sobre la cuestión había sido
el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, quien dijo: "Podemos vivir en una democracia intensa, que
haya mucho debate, pero tenemos que respetarnos más".
Desde la oposición, el jefe del bloque de senadores de la UCR, Gerardo Morales,
presentó ayer un proyecto de declaración en el que expresa "su más enérgico repudio" al llamado que
hizo la titular de Madres para "tomar el Palacio del Tribunales".
Morales subrayó en el proyecto su "preocupación por las expresiones de
intolerancia, incitación a la violencia y alteración del orden público, vertidas por Hebe de
Bonafini contra los miembros de la Corte".
Tiro por elevación. Por su parte, el titular honorario del Movimiento Productivo
Argentino (MPA), Eduardo Duhalde, aseveró que las declaraciones de Bonafini "intentaron socavar la
división de poderes, atentando contra el Estado de derecho y avasallando al Poder Judicial".
Por tal motivo, manifestó su "más absoluto rechazo" y "profunda preocupación"
ante esas manifestaciones que fueron "avaladas posteriormente por integrantes del Ejecutivo
nacional".
A su vez, el premio Nobel de la paz Adolfo Pérez Esquivel consideró que Bonafini
cometió "un exabrupto" al llamar "turros" a los miembros de la Corte, y señaló que en el máximo
tribunal "hay personas muy dignas".
"Lo que dijo Hebe hay que verlo dentro del contexto general sobre la ley de
medios. Hay una pugna muy dura sobre esto. La Corte se va a manifestar de acuerdo con su criterio y
en libertad, sin presiones", opinó Pérez Esquivel.
Anteayer, el Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels), que preside el
periodista Horacio Verbitsky difundió un comunicado en el que se describen las palabras de Bonafini
como "horribles e inaceptables".