Los policías y el ex delegado municipal de Atalaya (Magdalena) Rubén Darío Durso reiteraron ayer
sus declaraciones iniciales durante el careo al que fueron sometidos por presuntas irregularidades
en un rastrillaje de búsqueda del testigo Jorge Julio López, desaparecido en septiembre de 2006.
El trámite se cumplió luego de que organizaciones de derechos humanos
advirtieron que durante el operativo realizado el 23 de septiembre de 2006 en una finca de Durso se
habrían registrado anomalías después de hallarse prendas que habrían dado una pista sobre López.
Esa vez los perros rastreadores habrían hallado una pista del testigo en
el juicio al represor Miguel Etchecolatz en prendas manchadas de sangre encontradas en una casilla
rodante en un campo de Durso. La pista fue rápidamente abandonada.
Los organismos plantearon sus dudas a la Justicia pues sospechan que
pudo tratarse de una maniobra para entorpecer la búsqueda pues el rastro venía siendo seguido desde
Magdalena, a cinco kilómetros del lugar, distancia que difícilmente pudo haber cubierto López, de
77 años.
La semana pasada se ordenó la reconstrucción del operativo, de la que
participó el juez Arnaldo Corazza, quien luego hizo realizar el careo entre Durso y tres policías,
que no sirvió de mucho pues las partes ratificaron sus declaraciones.
Fuentes del caso dijeron que durante el trámite judicial Durso habría
dicho que le preguntó a los policías cómo los perros habían encontrado el rastros.
Estos le explicaron que previamente habían olfateado una zapatilla del
testigo. Los voceros añadieron que el ex delegado municipal aseguró al juez que la ropa (una gorra
gris con visera y un pantalón del mismo color) encontrada con manchas de sangre por los canes en el
campo de su propiedad eran de su hijo y que habían sido utilizadas para castrar novillos.
La policía realizó el rastrillaje por orden de los fiscales provinciales
a cargo entonces de la investigación a partir del testimonio de un vecino del lugar ya fallecido,
quien aseguró haber visto a López (“el señor de la foto” que aparecía en los diarios,
precisó) un día después de su desaparición caminando a las 9 de la mañana por ruta 11 y el camino
de ingreso al balneario de Atalaya.