La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, aclaró esta mañana que "no" cree que corresponda pedir la inmediata separación del jefe del Ejército, el general César Milani, por supuestas vinculaciones con delitos cometidos durante la última dictadura militar, debido a que no cuenta con "antecedentes" que lo incrimen.
En una entrevista con el programa "Empezando el día" de radio La Red, Carlotto afirmó que "si hay pruebas" de violaciones a los derechos humanos, el nuevo titular del Ejército "tiene que ser separado de su cargo".
"Después de las denuncias públicas a través de los medios, nos pusimos a investigar sobre esta denuncia, si era verdad lo que se decía. Sobre todo un organismo compañero, que es el CELS, que es el que acredita en su información muchos detalles, descree que haya tenido él [Milani] participación en el Operativo Independencia o que haya sido parte de lo que fue el movimiento de carapintadas", sostuvo.
"Lo estamos investigando, no puedo arriesgar nada con lo poquito que tenemos de información. Le corresponde a la Justicia, al Estado, no hay que prejuzgar sino investigar", agregó.
Consultada sobre el ascenso anterior de Milani, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo explicó que en la organización no tienen "antecedentes".
"Cuando alguien dice que alguien hizo algo, no tiene que largar información suelta que no aporta y sólo conmueve, sino dar las pruebas necesarias para que esto se compruebe", añadió.
Cuando le preguntaron si Milani debería ser separado de su cargo por los cuestionamientos , Estela de Carlotto fue contundente. "Creo que no corresponde. No se pueden tomar medidas sobre una denuncia", sostuvo.
"Si hay pruebas suficientes, por supuesto que esta persona debe ser separada de su cargo", concluyó.
La consulta a Carlotto sucede luego de la presentación en televisión -en el programa "Periodismo para todos"- de una denuncia de organismos defensores de derechos humanos y ex presos políticos que cuestionaron duramente la responsabilidad de Milani durante la última dictadura militar.
Una de las primeras reacciones por el pasado de Milani en la represión ilegal fue la del premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, quien pidió al gobierno que revise la designación.
El ascenso de Milani a jefe del Ejército fue una decisión de la presidenta Cristina apenas nombró al diputado santafesino Agustín Rossi como ministro de Defensa.