El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, rechazó ayer las versiones sobre su renuncia e instó a la oposición a "no ser instrumentos o idiotas útiles de los grupos económicos" que "sólo les importa destruir un gobierno".
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, rechazó ayer las versiones sobre su renuncia e instó a la oposición a "no ser instrumentos o idiotas útiles de los grupos económicos" que "sólo les importa destruir un gobierno".
En su habitual conferencia de prensa en la Casa de Gobierno, Capitanich sostuvo que "con estos rumores buscan generar un desgaste" en el gobierno, y señaló que son cuestiones que no toma en consideración "ya que forman parte del manual de operaciones que es de construcción opositora".
"Le decimos a los partidos políticos de la oposición que no sean instrumentos o idiotas útiles de estos grupos económicos y que sean capaces de manifestar un proyecto de país alternativo en el marco del respeto a las ideas, la pluralidad y la democracia", planteó.
Y, al volver a vincular los nuevos rumores sobre su alejamiento del gabinete con los medios críticos del kirchnerismo, agregó: "Tenemos que celebrar en democracia que exista un gobierno y una presidenta que tenga convicciones para defender los intereses de la Patria por sobre los intereses de un minúsculo grupo de intereses, que permite sus ataques frontales y permanentes".
En ese contexto, Capitanich destacó que esas "operaciones" sobre su salida del Ejecutivo ya se produjeron en febrero pasado, y adelantó que seguramente "en mayo" volverán" con otros argumentos similares.
"No es casualidad que exista una usina opositora de grupos mediáticos concentrados que no quieren acatar la ley 26.522 de medios audiovisual, y van agredir, agraviar, injuriar a funcionarios del gobierno, a minar parte de su confianza", se quejó.
Y agregó: "Estos grupos tienen mayor interés en destruir, que construir, destruir al gobierno y al país, no les importa el país, porque es el único gobierno que se ha opuesto tenazmente a sus intereses, y ellos tienen intereses materiales, acumular poder económico y destruir los cimientos del país".
El lunes pasado, la red social Twitter fue el espacio donde se alimentaron las versiones al respecto de la dimisión del jefe de ministros, lanzadas a partir de un artículo periodístico que indicaba que el chaqueño ya había tomado la decisión de dar un paso al costado y que la comunicaría a fin de mes.
De acuerdo a esos dichos, la determinación de Capitanich se había producido por un desgaste en su relación con representantes de la agrupación kirchnerista La Cámpora, especialmente tras la frustrada reestructuración del Fútbol Para Todos.
Durante esa jornada de rumores, Capitanich se ubicó al lado de la presidenta Cristina Kirchner en el acto que encabezó para inaugurar el nuevo salón "Pueblos Originarios" en la Casa Rosada, y en el que se anunció un programa oficial para combatir la precarización laboral.
Luego de desmentir su renuncia, Capitanich se trasladó a La Rioja, donde suscribió un nuevo convenio de corresponsabilidad gremial que beneficiará a 3 mil trabajadores vinícolas de la provincia, en un acto junto al gobernador Luis Beder Herrera y al ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela.
Capitanich destacó que con este tipo de convenios, los trabajadores rurales "podrán acceder a obra social, a jubilaciones, al salario familiares y también a coberturas de riesgos de trabajo".
Llegó a las 100 conferencias
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, cumplió ayer su centésima conferencia de prensa en la Casa de Gobierno, pero lejos de la impronta festiva que pudo haberse proyectado resultó bastante accidentada, ya que comenzó 35 minutos antes de lo habitual, debió desmentir su renuncia y hasta intentó marcharse cuando aún restaba formularse la última pregunta. Encima, del puntualísimo horario de las 8.05, se pasó a las 7.30, en virtud de que el funcionario debía viajar por la mañana a Catamarca y La Rioja, lo que derivó en un inoportuno clima somnoliento, lejano al gran logro del chaqueño: arribar a los cien encuentros con periodistas en tiempos de kirchnerismo. Es que el anterior jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, siempre fue reacio a contestar preguntas de periodistas.
Por Carina Bazzoni