El comité nacional de la Unión Cívica Radical (UCR) decidió ayer lanzar una campaña de afiliación y de "reafirmación de adhesión a un radicalismo opositor" en la búsqueda de evitar que se profundice la crisis de la fuerza.
El comité nacional de la Unión Cívica Radical (UCR) decidió ayer lanzar una campaña de afiliación y de "reafirmación de adhesión a un radicalismo opositor" en la búsqueda de evitar que se profundice la crisis de la fuerza.
Esta fue la primera reunión de la mesa ejecutiva de la UCR después de que su ex aliado electoral Roberto Lavagna aceptara sumarse a la normalización del PJ.
El anuncio fue realizado por el presidente de la UCR, el senador Gerardo Morales, luego de una reunión de mesa de conducción que fijó como fecha el 1º de abril y como plazo cuatro meses de la campaña.
Morales explicó que la campaña de afiliación y "reafirmación de adhesión al radicalismo como partido opositor al gobierno" busca abrir la "convocatoria a quienes se fueron al ARI, a Recrear o al kirchnerismo" para que regresen.
De todos modos, Morales explicó que ese proceso no implica una "amnistía" ni que se suspendan los trámites disciplinarios contra otros dirigentes que no adhirieron a la línea "opositora" planteada por la UCR en la convención de Rosario, entre quienes se cuentan Miguel Saiz y Pablo Verani, y el ahora funcionario de Cancillería, Horacio Pechi Quiroga.
"No hay amnistía. Los procesos abiertos en los tribunales de disciplina siguen, y no está inhabilitado que se abran nuevos", sostuvo Morales al ser consultado sobre los alcances de la resolución. l