"Hace falta cambiar la política agropecuaria para enfrentar la crisis y el
desempleo". Con esa frase el presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi,
volvió ayer a reclamarle al gobierno nacional medidas para el sector, al encabezar un acto en
Firmat en el marco de la jornada de protesta convocada por el campo.
La lluvia impidió que la concentración se desarrollara en el
cruce de las rutas 33 y 93, como estaba programado, aunque no frustró la movida chacarera.
Dirigentes rurales, junto a medio centenar de productores agropecuarios del sur santafesino,
protagonizaron una manifestación que se inició con un camionetazo y culminó con un acto en el
Galpón del Pueblo de Firmat, ubicado en inmediaciones del predio ferroviario.
Si bien fue notoria la escasa presencia política regional,
estuvieron el intendente firmatense Carlos Torres junto a algunos miembros de su gabinete y el
diputado provincial Alfredo Menna, ambos enrolados en las filas del radicalismo.
El cambio de escenario fue celebrado por Buzzi al sostener que
"estamos bajo techo gracias a esta lluvia que es una bendición para los cultivos; que la naturaleza
devuelva lo que desde Buenos Aires nos confiscan y nos saquean".
Consultado sobre la posibilidad de que el campo retome la
protesta en los caminos, Buzzi abogó por la necesidad de "crear condiciones de consenso para no
arrinconar a los productores a las rutas porque no volverán a la casa a cambio de nada". "No es una
amenaza —aclaró el dirigente— sino un aporte fraternal porque hay que evitar ese
escenario y construir espacios que signifiquen soluciones graduales y dejar de esquilmar al
interior".
Buzzi insistió con que "el gobierno nacional discrimina al
campo", y sostuvo que "si no le gustan los cuatro dirigentes de las entidades agropecuarias, mala
suerte", pero no puede ignorar la retracción que "están viviendo ciudades de menos de 50 mil
habitantes" cuyo principal motor de la economía es la actividad agrícola.
"Hay una comisión de enlace que está funcionando, hay que tener
consenso con todos los sectores del país, hay que trabajar mucho con los intendentes y la clase
política para que el proyecto de ley de retenciones diferenciadas avance en el programa. Hay muchos
elementos que tendríamos que evaluar antes de volver a las rutas y lo cual espero que no suceda",
concluyó.
Leyes para el cambio.
"El primero, a nuestro juicio, es el proyecto de ley de
retenciones segmentadas o diferenciadas, donde los derechos de exportación sean aplicados a los que
tienen más espalda y sean eximidos los que tenemos menos capacidad", aseveró. "Las retenciones
segmentadas —dijo Buzzi— forman parte de la definición de una política agropecuaria que
estimule a los medianos y pequeños productores y que, en todo caso, haga cargar con los derechos de
exportación a los 2.500 tipos que manejan el 60 por ciento de la soja en la Argentina con los que
nosotros no tenemos nada que ver", planteó.
"El segundo instrumento que necesitamos es una ley de contratos
agrarios de arrendamientos que ponga a la tierra en función social para que quienes la trabajen
sean los chacareros, y que desaliente definitivamente la vigencia y concentración de la agricultura
en manos de los pooles de siembra y fideicomisos financieros que van diseñando una agricultura sin
agricultores y generando las condiciones para la desaparición de los pueblos del interior",
continuó.
Para Buzzi, "con estos dos instrumentos de política
agropecuaria, que están en el Congreso de la Nación, se puede empezar a transitar un camino
distinto".
Democracia.
Sostuvo que "hace falta una democracia que mire en serio al
sector productivo no sólo para sacarle plata cuando tiene rentabilidad extraordinaria; ser socio en
la ganancia y no en las perdidas cuando hay sequía, inundaciones o caídas de precios".
Buzzi instó a los legisladores a que en los meses venideros "asuman" la
responsabilidad de acompañar proyectos que calificó como de "instrumentos para el cambio" que
demanda el sector agropecuario.
"Nosotros reivindicamos los 25 años de la recuperación de la democracia" remarcó
Buzzi, aunque aseguró que "a un año de gestión de Cristina Fernández la situación para el campo sin
duda ha empeorado, pero el espíritu es reclamar soluciones no a manera de luto sino con
proposiciones".
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