Tras el allanamiento del departamento que Amado Boudou posee en Puerto Madero, el vicepresidente llamó a una conferencia de prensa en el Senado.
Tras el allanamiento del departamento que Amado Boudou posee en Puerto Madero, el vicepresidente llamó a una conferencia de prensa en el Senado.
"Este gobierno nunca bajará los brazos para defender la voluntad popular", sostuvo este mediodía Boudou, al tiempo que calificó a las versiones que lo vinculan con la quiebra de la ex calcográfica Ciccone como "un brutal ataque a las instituciones que llevan adelante las mafias y sus esbirros".
El juez Daniel Rafecas ordenó ayer el allanamiento del departamento de Puerto Madero que Boudou alquila y, aunque lo encontró vacío, descubrió que el año pasado Vanderbroele, quien fue señalado por su esposa como supuesto “testaferro” del ex ministro de Economía, pagó las expensas del inmueble.
Para Boudou, se trata de “mafias cuyos principales referentes en este país son el señor (Héctor, CEO de Gurpo Clarín) Magnetto y tiene actores menores que llegan hasta el poder judicial”. Es que para el vicepresidente "esto es una telenovela de Magnetto y de Rafecas".
"Pareciera —continuó Boudou— que los juzgados fueran agencias de noticias para los medios más poderosos". Y aclaró: "No hay ninguna cuestión fuera de la ley en mi actuación como ministro".
De esta manera, calificó de “verguenza y lamentable” y de “operaciones mediáticas” las denuncias que lo involucran en un supuesto tráfico de influencia a favor de los dueños de la ex Ciccone Calcográfica. “Es una verguenza y es lamentable que en un día como hoy, después de un fenómeno climatológico tengamos que estar ocupando de operaciones mediáticas”, se quejó Boudou en la conferencia de prensa.