Hugo Quiroga | Bío | Politólogo, investigador del Consejo de Investigaciones de la Universidad Nacional de Rosario y profesor de Teoría Política de la misma universidad y de la Universidad Nacional del Litoral,
Por Mauricio Maronna
Hugo Quiroga | Bío | Politólogo, investigador del Consejo de Investigaciones de la Universidad Nacional de Rosario y profesor de Teoría Política de la misma universidad y de la Universidad Nacional del Litoral,
Hugo Quiroga sostiene que lo que comienza es otra campaña electoral. Y que los resultados que se dieron el domingo pasado no son fáciles de revertir, pero los escenarios vuelven a estar abiertos. "La derrota del Frente Progresista a gobernador puede ser reversible, pero Antonio Bonfatti tiene un gran desafío. No se puede pensar la política en términos aritméticos", mensura el politólogo rosarino, que pisa fuerte entre los cientistas políticos nacionales.
Según la opinión de Quiroga, el socialismo perdió de vista al centro rosarino, no registró la demanda de esos habitantes que residen o trabajan allí, y eso explicó en buena parte el triunfo de Pablo Javkin. "Javkin renueva al Frente Progresista y lo puede ampliar", dice. A la vez, considera que Roberto Sukerman puede extender su base de sustentación y elogia la decisión del peronismo de hacer síntesis en un frente que fue capaz de contener las tensiones internas.
—¿Quiénes fueron los ganadores de las primarias?
Es difícil establecer con contundencia un ganador. El escenario fue el que se preveía en los análisis políticos, con anterioridad. Hubo una impronta clara: cierta recuperación del peronismo santafesino. Por un lado, resolvió sus diferencias en las Paso, allí Perotti pudo aglutinar a un conjunto, incluido el kirchnerismo. Y luego, el otro sector, el de Bielsa, se adaptó. Allí hubo una manera de resolver diferencias. La consecuencia de esa alianza da como resultado una recuperación, que lo llevó al peronismo a ser el más votado en la provincia. El otro dato singular es el triunfo de Javkin en Rosario. Javkin y Schmuck conformaron una alianza que pudo ganarle a la candidata del socialismo. Irizar fue una excelente candidata, muy capaz, pero Javkin tiene una historia muy larga en política. Pasó por el radicalismo, el ARI. Pero Javkin no es radical ni se considera radical, participa en el Frente Progresista desde hace mucho tiempo. Javkin renueva al Frente Progresista y lo puede ampliar.
—Habrá que esperar la general para saber si es así, pero el rosarino pareció en las primarias querer terminar con el socialismo como cabeza de la administración. Y lo hizo en el momento en que encontró la persona y la personalidad política que lo podía remplazar.
—Es así. La sociedad no salta al vacío. Una mayoría se guía por el interior del Frente, pero espero a que aparezca el candidato que no era del socialismo. Y ese fue Javkin, acompañado por Schmuck.
—Claramente hubo el domingo un trasvasamiento de votos de López Molina a Javkin. Y se confirma con la derrota de la candidata socialista en el centro. ¿Qué le pasó al socialismo como para perder el centro?
—En un momento se le criticó al socialismo por no ocuparse de los barrios. Había una narración que decía eso, y que se quería convertir a la ciudad en algo parecido a Barcelona. Ahí el socialismo apuntó a los barrios y descuidó al centro de la ciudad. La virtud de Javkin es haber recuperado "la República del centro".
—Parecieron no entender las nuevas demandas del metro cuadrado de los habitantes del centro: veredas, los leds en algunas cuadras y muchas otras no, la higiene.
—No pusieron el acento en la clase media de la ciudad de Rosario y fueron mucho a los barrios. Irizar ganó en los barrios, sus votos provienen de allí. Eso marca un cambio en la política del socialismo a la hora de buscar los votos.
—El peronismo santafesino ganó las primarias y Sukerman fue el más votado en Rosario. ¿Tiene chances el peronismo de ampliar sus bases de sustentación?
—Sukerman puede ampliar su base de sustentación. Lo primero que hizo tras su triunfo fue decir que ampliará su perspectiva. Evidentemente, está pensando en que no le puede ganar a Javkin si no amplía sus votantes. Ahí habrá una disputa por el electorado. Por los que no fueron a votar a las Paso, por los que votaron en blanco y por los partidos más chicos. Si Javkin trabaja conjuntamente con los otros sectores del Frente Progresista, de manera estrecha con Lifschitz, Fein, Bonfatti y Jatón, eso mejora las chances de todos.
—¿Es reversible el resultado a gobernador?
—Sí, puede ser reversible, pero Bonfatti tiene un gran desafío. No se puede pensar la política en términos aritméticos. No se pueden sumar los votos de Perotti y los de Bielsa y decir que el peronismo ya ganó. La política no funciona así. Es verdad que el punto de partida beneficia más al peronismo. Bonfatti es un hombre de gran experiencia política, con un gran recorrido, que puede llegar a remontar la diferencia que tiene con el peronismo unido. Y habrá que ver si en esa disputa entre Bielsa y Perotti hubo heridos, y si efectivamente esos heridos irán a votar a Perotti. Eso puede ir a un lado u otro, o en blanco.
—Bonfatti deberá ser como esos jugadores EM_DASHde los que no hay muchosEM_DASH que les pegan con las dos piernas. La zurda y la derecha. El voto progre de Bielsa y el voto conservador de Corral.
—Me parece una buena definición. El tendrá que ir hacia el centro para buscar el voto de Cambiemos. Hay muchos radicales que votaron en Cambiemos, pero están molestos, y pueden votar a Bonfatti. Y la izquierda puede confluir ahí. Depende de que se conforme una estrategia electoral diferente, porque las generales son otra elección. Y se necesita una propuesta unificada entre esas personas. Y esa propuesta debe estar dirigida a la sociedad santafesina. Hay cuestiones fundamentales: los derechos, los problemas de los jóvenes, el empleo estable, la producción, recursos para las pymes, seguridad. Hay un conjunto de cuestiones.
—¿Se terminaron las chances de Cambiemos para las generales?
—Yo le veo pocas posibilidades. El 2019 ya no es un escenario de tres tercios. Hubo una polarización relativa, no la que existe entre Macri y Cristina. Finalmente hubo una polarización relativa entre el peronismo y el Frente Progresista, con dos candidatos competitivos, Perotti y Bonfatti.
—Qué curioso: tanto que reniega el Frente Progresista de la grieta, ahora deberá buscar polarizar a fondo contra Perotti.
—Tiene que polarizar con el peronismo, porque es su rival. La marca Cambiemos está en descenso.
—Bonfatti tiene que buscar el voto del antiperonismo que está en Cambiemos.
—Así es. Corral, que es una persona capaz y talentosa, quedó limitado por la marca Cambiemos a nivel nacional. Perdió en su propia ciudad.
—Pero le fue bien en el centro de Rosario.
—Sí. Eso fue increíble. Es la volatilidad que llama la atención.