Los candidatos binneristas cerraron anoche su campaña con una caravana y posterior caminata que tuvo como protagonista central al gobernador santafesino, Hermes Binner, quien recorrió la peatonal Córdoba junto a Antonio Bonfatti, Mónica Fein y los postulantes a concejal, diputado y senador provincial.
"El domingo gana Mónica con la fusta bajo el brazo", dijo Binner en una charla con LaCapital mientras la militancia cantaba: "Vamos a volver a ser gobierno con Bonfatti y Fein". Luego, el gobernador se mostró confiado en la victoria de Bonfatti, aunque dijo que no podía considerar que "la elección ya esté ganada".
Binner no sólo parecía estar pensando en las primarias del domingo, sino que se atrevió a hacer un bosquejo de la general cuando refutó dichos de Agustín Rossi. "Lo que se debe hacer es implementar el modelo santafesino en la Nación", manifestó el mandatario en un primer guiño respecto a una postulación presidencial.
Bonfatti decía estar "muy feliz" por "el clima de alegría" que se veía en la caminata, mientras se paseaba entre los prolijos militantes socialistas, que estaban provistos de cotillón con el rostro del precandidato a la Casa Gris.
Fein, con huellas de cansancio por el trajín electoral, valoró el aval de Binner a su postulación y dejó su opinión sobre los comicios del domingo: "Nos dan muy bien las encuestas, la gente nos acompaña; fui creciendo a medida que me fue identificando. Tengo una amplia diferencia para el 22 de mayo. Se va a notar un fuerte respaldo a esta garantía de gobernabilidad que es el socialismo. No necesito promesas de campaña, tengo que mostrar que las promesas se convirtieron en hechos. Somos la continuidad del cambio".
Los socialistas marcharon por Córdoba entonando canciones a favor de Bonfatti y Fein, pero al llegar al cruce con San Martín fueron recibidos a pura cumbia por los militantes del radicalismo: "Poné a Barletta, así ganamos todos", retumbaba desde los parlantes. Pero, Binner y los dirigentes socialistas saludaron a los jóvenes barlettistas, quien irónicamente les dejaron folletería partidaria.
Varios enviados especiales de los medios de comunicación porteños buscaron una y otra vez a Binner para sacarle una definición sobre su destino político nacional pero (también una y otra vez) encontraron respuestas evasivas del gobernador: "Tendremos que hablar prontamente con otros dirigentes, pero no estoy pensando en una candidatura nacional; no la imagino", respondió.
En un momento, el titular de la Casa Gris rechazó la posibilidad de hablar rápidamente de candidaturas si antes no se aprobaba un programa común. "Tenemos antecedentes muy malos con la Alianza. Para hacer un papelón, me quedo en Santa Fe", señaló en relación a la coalición que gobernó el país con Fernando de la Rúa a la cabeza.
Lo que ocupa por estas horas a Binner es la elección provincial, algo que se encargó de publicitar a los cuatro vientos mientras la militancia entonaba cánticos sobre un futuro presidencial en todo el recorrido de la última caminata de campaña.
Sobre el cierre de la jornada, los asesores de prensa de los candidatos admitían haber observado cansancio entre los rosarinos por la intensidad de la campaña proselitista y se prometían dejar pasar un buen tiempo para volver a inundar la ciudad con jingles y folletería. "Ahora tenemos que seguir con el proselitismo casa por casa hasta el domingo y esperar los resultados, después se verá", decían en el binnerismo, pensando en la manera de resolver los entuertos partidarios con Rubén Giustiniani, quien a esa hora también clausuraba su campaña (ver página 14).
Las primeras sombras de la noche alcanzaron a los candidatos en plena plaza Montenegro, casi al mismo tiempo en que los barrenderos municipales comenzaban a despejar la zona de la abundante papelería que había dejado la campaña.