Antonio Bonfatti relanzó ayer en la ciudad de Santa Fe su candidatura a la Gobernación de la mano de un exultante gobernador Hermes Binner dando pistas de que la interna del 22 de mayo en el seno del Frente Progresista es prácticamente cosa juzgada.
Antonio Bonfatti relanzó ayer en la ciudad de Santa Fe su candidatura a la Gobernación de la mano de un exultante gobernador Hermes Binner dando pistas de que la interna del 22 de mayo en el seno del Frente Progresista es prácticamente cosa juzgada.
"Hemos tendido puentes para consensuar candidaturas dentro del Frente pero algunos creen que la confrontación fortalece la democracia, y asumimos el desafío porque estamos convencidos de continuar este proyecto que necesita cuatro años más para transformar lo viejo en nuevo", cerró a modo de arenga su discurso de campaña el ministro de Gobierno y Reforma del Estado. El mensaje tuvo destinatarios explícitos: Rubén Giustiniani y Mario Barletta, sus principales contrincantes en la coalición que gobierna la provincia desde diciembre de 2007.
En el desbordado salón de actos del tradicional colegio de los jesuitas, a 50 metros de la Casa Gris, desde el piso superior bajaba en sintonía con el principal orador del acto oficialista el cántico de los jóvenes binneristas: "Olé olé, olá, olá, no es Mario, no es Rubén, es el pelado gobernador".
Como sucedió semanas atrás en Rosario, Venado Tuerto y Reconquista y el próximo martes 15 sucederá en Rafaela, Bonfatti presentó su postulación con vistas a la primaria del penúltimo domingo de mayo en la capital santafesina anoche, acompañado por el gobernador Binner y el intendente de Rosario Miguel Lifschitz, quienes lo precedieron con sendos discursos reivindicatorios del "cambio" (un vocablo que los oradores pronunciaron y remarcaron sin fatigarse) que "desde el Frente Progresista nos enorgullecemos de haber instaurado en Santa Fe como ejemplo para el país", según subrayó el precandidato a la Casa Gris.
Gestualidad. Inusitadamente gestual, Hermes Binner acompañó con sus palmas y hasta ensayando algún módico pase de baile el bullicioso compás de la juvenil militancia socialista (ayer mayoritaria entre la concurrencia) y hasta se permitió algunos chascarrillos que tuvieron como víctimas al ministro de Economía Angel Sciara y al propio Bonfatti. “El cambio es posible hasta cuando Angel pasa la tijera”, chanceó al fiel jefe de Hacienda que lo acompaña desde sus épocas de intendente de Rosario. Y también bromeó con los inicios de su extensa relación profesional y militante con su delfín, cuando recordó que “lo conozco a Antonio desde que vacunaba perros contra la rabia y también a los chicos contra la poliomielitis”.
Chanzas al margen, lo cierto es que Binner se muestra a sus anchas en su rol de impulsor de la candidatura de su ministro político. “Nunca hemos buscado reelecciones, hay que apostar a la reelección del proyecto” de gobierno, aseveró en un tramo de su mensaje.
Ayer temprano el jefe de la Casa Gris volvió a sorprender con uno de sus habituales gambitos políticos. Le remitió un mail a Rubén Giustiniani invitándolo al lanzamiento de anoche en su carácter de “compañero y presidente del Partido (socialista)”. Y al mismo tiempo el gobernador le manifestó su deseo de participar del acto donde (en el mismo escenario) el contrincante interno de Bonfatti lanzará el sábado su precandidatura en la ciudad capital.
Hasta el acto de anoche sólo obtuvo el silencio de su adversario interno al que hace dos años, al igual que este año lo hace con Bonfatti, aupó como candidato a senador en la pelea electoral en la que se impuso Carlos Reutemann en un memorable cabeza a cabeza. “La verdad es que Giustiniani no me contestó” el correo electrónico, le confesó Binner a este diario. Y, con cierta picardía, dijo no estar seguro de concurrir al lanzamiento del senador el sábado “si no me invitan”.
Las dos primeras filas en el auditorio de ayer se asemejaron a una reunión de gabinete. Entre el racimo de ministros se destacó el de Desarrollo Social, lanzado como precandidato a intendente de Santa Fe y otro de los oradores junto a la concejal socialista de Santa Fe Vanesa Oddi. También dieron el presente legisladores, intendentes, presidentes comunales y dirigentes de fuerzas aliadas al binnerismo como los partidos Pares y Social Metropolitano, y los radicales Jorge Henn y Fabián Palo Olivera, titular del Concejo Deliberante santafesino e intendente de Santo Tomé, respectivamente.
Programa. Tras la proyección del spot publicitario de los mil días de su gestión, Binner tomó la palabra para invitar a la militancia a “seguir construyendo este cambio que es una alianza entre la ética y la política”. “Para nosotros es vital el programa (de gobierno) porque en él creemos nosotros y la gente y para eso hacen falta equipos que no se forman de un día para el otro”.
“La síntesis es que no hay que buscar reelecciones, hay que reelegir el programa y el compañero Antonio Bonfatti tengan la plena seguridad que no es un improvisado, ni un recién llegado, nos conocemos desde hace cuarenta años y compartimos el deseo permanente de cambio”, remató el gobernador.
El ex intendente de Las Parejas cerró la cadena de discursos asegurando que “las transformaciones no se declaman, se construyen como este gobierno ha concretado 600 obras emblemáticas. El cambio del que nos enorgullecemos y que debe continuar es igualar las oportunidades”.
Y a pura arenga invitó “a corazón y a pulmón a seguir transformando la provincia de Santa Fe. Adelante que el cambio continúa”, concluyó el postulante a suceder a Binner en el sillón del Brigadier a partir de diciembre próximo. l