Para quienes creen que el sindicalismo se quedó en el tiempo vaya el apunte: en
el congreso nacional de la Federación de Camioneros celebrado el viernes en Pérez los delegados
pidieron abordar la problemática de trabajadores homosexuales y lesbianas y la necesidad de crear
una secretaría contra la discriminación en la organización gremial. Moción de consideración y
aprobado por unanimidad.
En la cabecera, quien escucha a los 300 representantes arribados de casi todas
las provincias y coordina las exposiciones es nada menos que Hugo Moyano, el líder cegetista más
poderoso y popular de los últimos años.
Moyano está de buen humor, se mueve como en casa, y ese talante se podría decir
que sólo se altera cuando alguien le hace mención de Julio Cobos. Pasaron poco más de 24 horas
desde la trascendente votación en el Senado y Moyano dice seguir sin encontrarle explicación al
voto del vicepresidente. "Decirle traidor es poco", repite.
Van cuatro horas de debate y a los delegados los espera un asado en la carpa.
Solicitan que se interrumpa la deliberación, pero antes el representante de Mar del Plata pide un
aplauso para Moyano por su reciente consagración como vicepresidente del Partido Justicialista
nacional.
Moyano agradece, sonríe y comenta: "El compañero es testigo de que trabajé en
Mar del Plata, ya que algunos creen que nací secretario general. Vivía en Mar del Plata
—recuerda—, mi viejo era fanático peronista y en el bombardeo del 55 me acuerdo de mi
madre yendo de la cocina a la pieza (éramos seis y vivíamos en una casa de pieza y cocina)
diciendo: "Si lo echan a Perón, ¿quién va a defender a los pobres?". Después fui delegado gremial,
con el compañero nos conocemos de aquella época, y una vez nos dieron ropa de trabajo que nos
negábamos a usar, porque en el pecho decía: Berga hermanos". Risas.
El intervalo llega, Moyano va a una sala del camping de camioneros (13
hectáreas) junto a su inseparable Marcelo Dainotto, titular del gremio en la provincia, y hay que
convencer a un fornido custodio para que nos deje entrar.
—Moyano, ¿podrían ser unas preguntas?
—¿Medio?
—LaCapital.
—Ah, ¿usted sabe por qué me tiene bronca Clarín? Porque le denuncié 200
despidos frente a las cámaras de TN. Después me publicaron una caricatura en la que estoy manchado
con sangre. Eso no se hace.
—¿Y?
—Les hice juicio.
—Se escuchó en el congreso plantear, entre tantas cuestiones, la discriminación a
trabajadores homosexuales. Esto era impensado años atrás.
—Es cierto, justamente el congreso decidió la creación de secretarías para
capacidades diferentes y de discriminación. Y bueno, problemas de esa naturaleza nosotros, como en
todas las actividades, debemos tener, no conozco mucho, pero debemos tener estos casos. Y al
trabajador hay que protegerlo, que no sea discriminado, y ese es el objetivo.
—¿Por qué razón, como secretario general de la CGT, se pegó tanto al gobierno en el
tema de las retenciones? ¿No resultó inconveniente?
—Cuando uno apoya un proyecto político lo apoya de manera general, no
puede hacerlo en particular. Nosotros, como la inmensa mayoría de la sociedad, está de acuerdo con
las retenciones porque... y lo hemos debatido con otros gremios...
—¿Usted cree sinceramente que la mayoría de la gente estaba a favor de las
retenciones? Hoy el vicepresidente Julio Cobos es paseado como héroe; los análisis coinciden en que
el resultado de la votación pacificó el país...
—¿Qué es lo que se considera "la gente"? En estos actos que hicieron los
del campo, ¿cuántos miles de personas movilizaron? Muchos. Pero hay millones de personas que
votaron al gobierno. Así que no se pueden tomar parcialmente las cosas. Cuando dicen "acá está el
pueblo", ¿del otro lado no está el pueblo?
—Moyano, le repito, hoy Cobos es celebrado por la actitud que tomó.
—Mire, hoy me contaba un compañero que hace poco dieron "La Patagonia
rebelde", y el coronel Varela, que actuó de acuerdo a sus convicciones haciendo desastres y matando
gente, se da cuenta de la tropelía que cometió cuando le cantan "porque es un buen compañero" en
inglés. Ahí se da cuenta al servicio de quién había actuado y a qué sector había beneficiado.
Espero que a los que se equivocaron esta vez, votando, no matando, hagamos la salvedad, no le
canten en el futuro "porque es un buen compañero" en inglés. A lo de Cobos no le encuentro
calificación porque hasta se traicionó él mismo: él fue electo, iba en la boleta con la presidenta,
ese fue el gobierno que se eligió: Cristina-Cobos. El no fue electo individualmente, por la suya.
Se traicionó él mismo. Esto es lo que yo no entiendo.
—Si usted fuera parte del gabinete, ¿1le pediría que se vaya?
—No soy parte del gabinete; eso lo dicta su conciencia. El hombre es
artífice de su propio destino, decía el general Perón. Que actúe de acuerdo a su conciencia. En el
momento que él toma la decisión, todo el mundo vio cómo estaba ese hombre, el estado de nervios que
tenía. Me contaban que antes de la definición sufrió un ataque de pánico, no quería bajar. Decían
que hasta la una de la mañana votaba por las retenciones y que después cambió. Todos esos detalles
me llevan a pensar que su actitud no tiene calificativos. Cuántas veces uno se dice: "Debo actuar
con la mente, no con el corazón". Bueno, él hizo todo lo contrario.
—¿No sangra Moyano por la herida porque Barrionuevo, de la flamante CGT Azul y
Blanca, le ganó la partida?
—¿Qué partida me ganó Barrionuevo?
—El se puso del lado del campo y se sacó la foto con Llambías y Miguens.
—¡Pero por favor, eso no es ganar una partida! Eso es darme la razón mucho
más de la que tengo! Había gente que celebraba con champán, ustedes deben haber visto a algunos de
esos ruralistas. ¿Los vieron como festejaban? Esto es la canción, en inglés, "porque es un buen
compañero".