La fiscalía solicitó ayer al juez federal Julián Ercolini la ampliación del embargo cautelar al patrimonio que Máximo y Florencia Kirchner recibieron en herencia de su padre, Néstor Kirchner, y cesión de su madre, Cristina Fernández.
La fiscalía solicitó ayer al juez federal Julián Ercolini la ampliación del embargo cautelar al patrimonio que Máximo y Florencia Kirchner recibieron en herencia de su padre, Néstor Kirchner, y cesión de su madre, Cristina Fernández.
El pedido de los fiscales federales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques incluyó, esta vez, a los hoteles Alto Calafate y La Aldea, ubicados en la localidad santacruceña de Lago Argentino y pertenecientes a las firmas Hotesur SA y Los Sauces SA, respectivamente.
"La firma Valle Mitre, como explotadora de Alto Calafate, recibió aproximadamente 3 millones de dólares estadounidenses de la empresa estatal Aerolíneas Argentinas en concepto de contratación como hospedaje para la tripulación en posta durante los seis años (2008 a 2013) que administró el hotel de los ex presidentes", consignaron.
También resaltaron que "el dinero que era transferido desde las constructoras de obra pública del Grupo Báez y la aerolínea de bandera hacia la administradora de los hoteles se giraba luego a favor de Hotesur, para ser finalmente retirado por los Kirchner en concepto de créditos a sus nombres o de préstamos".
"Alto Calafate habría resultado una pieza central en la maniobra desplegada, en tanto proporcionó la estructura sobre la que en definitiva se perfeccionarían, bajo apariencia legal, las millonarias ganancias de la ex familia presidencial que —como se indicó— podrían provenir de distintos hechos delictivos", subrayaron.
Para los fiscales, se impone la medida cautelar frente "a la intención" de Cristina y sus hijos de "diluir" su patrimonio "en pos de que no pueda ser tutelado por la Justicia".
Por Claudio González