Alfonsín vuelve a la Casa Rosada para inaugurar su propia escultura

La escultura del ex presidente Raúl Alfonsín será colocado hoy en el tradicional Salón de los Bustos de la Casa Rosada, al conmemorarse en octubre los 25 años de su triunfo electoral y el retorno a la democracia. La ceremonia en la que será homenajeado el ex mandatario radical será encabezado a partir de las 18 por la jefa de Estado, Cristina Fernández de Kirchner, y contará con la presencia del propio Alfonsín, además del ex presidente Néstor Kirchner y funcionarios nacionales, se informó oficialmente.

También se espera la asistencia de varios representantes de la Unión Cívica Radical (UCR) y la gran incógnita es saber si asistirá al acto el vicepresidente de la Nación, Julio Cobos, actualmente distanciado de la presidenta Cristina Fernández por su voto en contra del proyecto oficial de retenciones móviles a las exportaciones de granos.

En el entorno de Cobos, de extracción radical, confiesan que al vicepresidente le gustaría asistir al homenaje al ex presidente pero reconocen que la particular relación política con la Casa Rosada pone en dudas su participación. Se evaluaba también en el Senado de la Nación un pedido de cuarto intermedio en la sesión que mañana tratará la Ley de Movilidad Jubilatoria ante el deseo de los miembros del radicalismo de dicha Cámara de participar de la ceremonia en la Casa Rosada.

La estatua de mármol de Alfonsín, que será ubicada en el Salón de los Bustos, junto a otros ex mandatarios argentinos, fue encargada al escultor Orio Dal Porto. La jefa de Estado había anunciado el emplazamiento del busto cuando visitó el 11 de agosto pasado al caudillo radical mientras estaba enfermo en su casa del Barrio Norte.

Alfonsín ganó con amplia mayoría las elecciones generales del 30 de octubre de 1983 en una celebrada jornada de recuperación de la democracia, tras la larga dictadura militar que sufrían los argentinos desde marzo de 1976. El ex presidente radical gobernó desde el 10 de diciembre de 1983 hasta mediados de 1989, cuando tuvo que entregar anticipadamente el poder al peronista Carlos Menem, en medio de un complicado escenario de hiperinflación.