En la sesión informativa en Diputados brindada ayer por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, todo venía tranquilo hasta que el rosarino Alejandro Grandinetti trajo un tema que dejó en silencio al funcionario nacional: se excusó de contestar sobre una reciente declaración en un foro internacional en Nueva York donde el canciller argentino firmó un texto que desestima el reclamo sobre la explotación de recursos naturales de las islas Malvinas por parte de Inglaterra. Y, además, se comprometió a que el país "no pondrá obstáculos para el desarrollo económico" que lleva adelante hoy Inglaterra en el archipiélago austral.
La denuncia del diputado santafesino de Frente Renovador, en forma de interrogatorio, y que no fue contestada, dice: "La declaración ministerial del G77 China, del último 22 de septiembre, firmada por la cancillería Argentina, incluye párrafos referidos a la cuestión Malvinas, donde se reduce la importancia del reclamo nacional, y se cometen graves omisiones".
En una clasificación que precisa la gravedad de la reciente actitud tomada por la Argentina en el G77, Grandinetti estableció: " Se perdió el lenguaje que, desde 2005, dejaba sentado el perjuicio económico que el accionar unilateral del Reino Unido genera a Argentina. Se perdió el llamamiento a las partes a abstenerse de tomar acciones unilaterales mientras se resuelve la controversia de soberanía (Res.AGNU 31/49 ). Se dejó de lado la tradicional declaración del G77 en el sentido de calificar como «accionar legal» lo dispuesto por el Congreso argentino al rechazar la exploración y explotación del espacios marítimos nacionales por parte de Inglaterra. La nueva declaración del G77 habla de «mantener negociaciones» cuando, como la doctrina de la ONU establece, se trata de «reanudar» las negociaciones de soberanía que tuvieron lugar desde 1966 hasta 1982, en cumplimiento del mandato vigente de la ONU y que el Reino Unido reconociera en 1966, en el comunicado conjunto suscripto con la Argentina".
En conversación con LaCapital, y luego de su intervención en el recinto, Grandinetti adelantó: "Ante el silencio de Marcos Peña vamos a presentar un pedido de informes (también lo hará el FpV), y vamos a convocar al canciller a la comisión de Relaciones Internacionales ( Diputados), al Observatorio Malvinas, para repudiar el comunicado del G77 más China".
El rosarino, enrollado en la fuerza política que conduce Sergio Massa a nivel nacional, agregó que "el G77 es un foro internacional de los llamados países del Tercer Mundo (que fueron colonias). Dejaremos sentado que a partir del dictamen que firmó la Argentina —el 22 de septiembre pasado— los recursos de los argentinos serían aplicados al crecimiento económico de las islas Malvinas, en la actualidad, en manos de Inglaterra. Recursos que explota de forma unilateral e inconsulta".
La Argentina viene denunciando sistemáticamente desde 2005 la explotación de recursos naturales que hace Gran Bretaña en la zona de las islas. Según expresa la resolución, el gobierno nacional ha decidido abandonar ese reclamo.
Finalmente, Grandinetti expresó en el recinto, y ante este cronista: "En un pecado de soberbia; el gobierno nacional cree que las tratativas por Malvinas empiezan desde que comenzó su gobierno. La Constitución nacional obliga a que los acuerdos internacionales deben pasar por el Congreso; y mucho más en un diferendo que lleva 200 años como el tema Malvinas", concluyó el legislador rosarino.