El candidato a presidente del Frente de Todos (FdT), Alberto Fernández, oficializó ayer, junto al diputado nacional Daniel Arroyo, un plan denominado Argentina Contra el Hambre, que aspiran a transformar en "la primera política de Estado del siglo XXI" en la que se comprometan las "próximas cinco gestiones" de gobierno en el país, en forma independiente de su signo político.
"Hagamos la batalla más sensata que podemos hacer: que todos los argentinos dejen de padecer el hambre", postuló Fernández, al presentar la iniciativa durante un acto al aire libre realizado en el predio de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
También instó a dejar de lado "toda diferencia" y a juntarse "para terminar con el hambre en la Argentina", independientemente de quien gane los próximos comicios y "de dónde vienen o qué piensan". Y abundó: "No podemos vivir en paz frente a semejante flagelo".
Su presentación fue precedida por la de Arroyo, referente en temas sociales del FdT, cuyo nombre suena para integrar un eventual gabinete en caso de la fórmula Fernández-Cristina Kirchner resulte electa el 27 de octubre próximo.
El plan contempla, entre otras medidas, la creación de un consejo federal, formado por universidades, sindicatos y organizaciones sociales, además de la promoción de canales de comercialización de alimentos y economía social.
También promueve la devolución del IVA a familias en situación de vulnerabilidad y reducir los precios de los productos saludables junto con la sanción de una ley de góndolas "para garantizar variedad de marcas en los productos alimenticios y mayor competencia".
Prioridades
Fernández señaló que será pilar clave del plan "conformar una figura colectiva de cooperativa de la agricultura familiar, con un régimen especial impositivo, para promover la comercialización conjunta y a escala".
También prevé la creación de un "Programa Nacional de Seguridad Alimentaria", que incluye "alimentos frescos como frutas, verduras, carnes y lácteos en las políticas públicas de alimentación y nutrición compradas por parte del Estado a los sectores de la economía social y popular", entre otras medidas.
"Está claro que, si llego a ser electo, me pondré al frente de la campaña contra el hambre en la Argentina. Pero, si no fuera así, quisiera que todos quedemos condicionados a resolver este problema a partir de hoy, porque ya podemos empezar a resolver cosas", aseveró el ex jefe de Gabinete.
Su discurso fue escuchado, entre otros, por el titular de Cáritas, monseñor Carlos Tissera; los dirigentes sociales Juan Grabois (Ctep) y Daniel Menéndez (Barrios de Pie); el padre José María Pepe Di Paola (movimiento de curas villeros); Estela de Carlotto (Abuelas de Plaza de Mayo), empresarios y los principales dirigentes del Frente de Todos.
También se lo vio a Gustavo Beliz, el ex ministro de Justicia de Néstor Kirchner, quien tiene mucho con contacto con Fernández y sus equipos, a pesar de que su puesto en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) le impide intervenir en la política interna de los países.
Si bien Cristina no fue de la partida, ya que hasta hoy —inclusive— permanecerá en Cuba, adonde viajó para visitar a su hija Florencia (está bajo tratamiento médico en La Habana) su nombre fue mencionado por Fernández.
Según el candidato, tanto a él como a su compañera de fórmula los "obsesiona gobernar para todos los argentinos y no para unos pocos".
En principio
"Lo primero que vamos a reperfilar son los precios de la canasta básica argentina. Eso debe reperfilarse para que todos tengan acceso a los alimentos", aseveró el postulante, en una clara alusión critica al gobierno de Mauricio Macri.
En ese sentido, Fernández consideró: "No es posible que en el país del trigo y las vacas no paren de subir los precios y falten el pan y la leche en la mesa de los argentinos".
Al respecto, planteó la "vergüenza" que significa que "un país que produce alimentos para 400 millones de personas" no pueda "alimentar a 15 millones que están en situación de pobreza".
En ese marco, Fernández llamó a diputados y senadores a darle urgente tratamiento a los dos proyectos de ley de góndolas que se encuentran en estudio en el Congreso nacional.
Según cifras del Indec difundidas la semana pasada, en la Argentina hay 16 millones de personas en la pobreza, de las cuales casi 3,5 millones se encuentran en la indigencia.
Ecos en Santa Fe
“Nadie puede tener hambre en el país, sobre todo nuestros pibes. Excelente Alberto Fernánez con la propuesta”, escribió ayer el diputado nacional Aguistín Rossi en su cuenta de Twitter. Su par provincial Leandro Busatto, aseveró: “Es una propuesta amplia para desarrollar como política de Estado. Es nuestra prioridad”.