Ya de cara a las elecciones del 27 de octubre próximo, el candidato a presidente del Frente de Todos (FdT), Alberto Fernández, anunció ayer en Mendoza lo que será la primera medida que tomará en caso de llegar a la Casa Rosada: descentralizar la administración pública nacional. Por eso, planteó como idea, y como consigna por ahora, un "gabinete federal y capitales alternativas".
Como una manera de poner en marcha el compromiso que el candidato tomó el 7 de agosto pasado en Rosario, frente a gran cantidad de gobernadores, en torno a pensar el país desde una concepción federal, Fernández señaló que "vale lo mismo un porteño, que un jujeño, que un cordobés, que un entrerriano, que un catamarqueño, que un fueguino". Y lo hizo rodeado de una veintena de mandatarios en funciones, electos y representantes de las provincias.
Fernández estuvo en Mendoza, donde lanzó su plan por una "democracia federal y una Argentina de pie". Allí prometió que el gabinete nacional recorrerá el país, instalará dependencias en distintas regiones e incluso establecerá capitales alternativas.
"Vamos a terminar con la periferia, vamos a ser un país integrado y vamos a empezar porque el gobierno nacional se instale una vez al mes en cada provincia para saber lo que cada una de ellas necesita. Y no lo voy a hacer solo, lo voy a hacer con los que están aquí, que son los que gobiernan cada provincia", aseguró el postulante durante un acto en Luján de Cuyo, donde mostró su apoyo a la candidata a gobernadora de esa provincia por el FdT, Anabel Fernández Sagasti.
De acuerdo a lo explicado por los equipos de trabajo de Fernández, el objetivo principal del proyecto "es avanzar hacia un país más igualitario impulsando un trabajo coordinado entre la Nación y las provincias, que consiste en desarrollar reuniones mensuales del gabinete nacional en capitales alternativas de cada provincia".
"Porque una cosa es ver estadísticas y otra es ver y escuchar a la gente, porque uno puede entender verdaderamente la dimensión del conflicto", explicó Fernández. Y precisó que la idea se la contó, hace tiempo, el fallecido ex gobernador José Manuel de la Sota.
De ese modo, con presencia formal y una agenda en común, se trabajará en conjunto para "una nueva institucionalidad donde las provincias sean protagonistas", detalló el candidato, tras asegurar que "el compromiso es promover la federalización de la administración pública nacional descentralizando los organismos del Estado en función de las economías y recursos de cada territorio, invitando a los gobernadores a establecer capitales alternativas, donde el presidente y su gabinete se reunirán con autoridades locales para consensuar una agenda de trabajo".
En acuerdo con gobernadores, "el Ejecutivo podrá instalar oficinas y localizar temporal o definitivamente ministerios para planificar el desarrollo y dejar atrás el deterioro urbano y de economías regionales".
"Vamos a integrar el país y a generar una nueva institucionalidad, en la que cada región, cada provincia, cada ciudad sea protagonista. No hay inviables, todas son necesarias para poner a la Argentina de pie", destacó el candidato.
Participaron del acto los gobernadores Sergio Uñac (San Juan), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Alicia Kirchner (Santa Cruz), Domingo Peppo (Chaco), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Sergio Casas (La Rioja), Mariano Arcioni (Chubut) y Juan Manzur (Tucumán).
Además, estuvieron el gobernador electo de Misiones, Oscar Herrera Ahuad; la vicegobernadora electa de Santa Fe, Alejandra Rodenas; el vicegobernador electo de San Luis, Eduardo Mones Ruiz, y los candidatos a gobernador Axel Kicillof (provincia de Buenos Aires), Anabel Fernández Sagasti (Mendoza), Sergio Leavy (Salta) y Matías Lammens (Ciudad Autónoma de Buenos Aires). También participaron el vicegobernador de San Luis, Carlos Ponce, y la legisladora electa Natalia de la Sota (Córdoba).