A pocos minutos de iniciar el operativo, la Infantería había despejado por medio de la represión con un grupo de choque y gas pimienta las veredas aledañas a la fábrica y luego ingresó a la planta para sacar de allí a los trabajadores.
Unos 50 trabajadores permanecían en los techos de la planta para resistir el desalojo pedido a la jueza de la causa por parte del fiscal Gastón Larramendi. Los operarios decidieron ocupar las instalaciones de la empresa de capitales estadounidenses el 26 de junio pasado, seis días después de que la firma cerrara de forma imprevista y comunicara la situación pegando un cartel en el portón principal.