Adriana Puiggrós renunció como viceministra de Educación de la Nación

Lo que desde hace días atrás se venía barajando como un rumor, se terminó por confirmar en la tarde de este miércoles: la pedagoga Adriana Puiggrós presentó su renuncia como viceministra de Educación de la Nación, un cargo al que llegó para secundar a Nicolás Trotta. Si bien no hubo confirmación oficial —al menos por ahora— de los motivos de su alejamiento del cargo, trascendió que las diferencias en la conducción de la cartera educativa fueron el detonante de la primera renuncia fuerte en el equipo de Alberto Fernández desde el inicio de su gestión.

Sin dudas que era una de figuras del gabinete nacional que mayores consensos congregaba en el mundo educativo. De hecho, el 6 de diciembre de 2019, cuando el presidente presentó a su gabinete, fue de las pocas (sino la única) viceministra que estuvo presente en ese acto; todos los demás eran ministros o ministras. Allí, tras nombrar a Nicolás Trotta como titular de la cartera educativa, Alberto Fernández presentó también a Puiggrós, "una licenciada en educación que conoce el tema educativo como poca gente en la Argentina".

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Puiggrós es de las personalidades más destacadas del ámbito educativo latinoamericano. Autora de "Educación Popular en América Latina", "Qué pasó en la educación argentina", "De Simón Rodríguez a Paulo Freire" y directora de los nueve tomos de "Historia de la educación en la Argentina", había llegado a la función pública con una vasta trayectoria tanto académica como política. Entre otros cargos fue secretaria de Tecnología, Ciencia e Innovación Productiva nacional durante el gobierno de la Alianza. Entre 2005 y 2007 fue directora General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires. Y durante la gestión de Cristina Fernández presidió en dos períodos como diputada la Comisión de Educación de la Cámara baja.

En su paso como secretaria de Educación fueron pocas las entrevistas que concedió. Fue más bien Trotta quien se puso al frente de dar a conocer los lineamientos de Educación, tanto antes como durante la pandemia. Según trascendió, los planes y prioridades fijados desde el Ministerio durante la emergencia social y sanitaria acrecentó ciertas diferencias de criterios entre ambas el ministro y su número dos.

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Días atrás, la revista la Garganta Poderosa publicó en sus redes sociales una serie de críticas a la conducción educativa nacional, y habló de "una feroz y ridícula interna entre Trotta y Puiggrós". Allí la revista de cultura villera y brazo literario del movimiento La Poderosa anticipó: "Puiggrós nos dice que no tiene nada que ver con la dirección del ministerio, ni con el manejo que dispone de sus fondos y que por eso mismo ya tiene la renuncia escrita sobre su escritorio, pero no la presentó a pedido del presidente, aunque será indeclinable, si no se cambia radicalmente la orientación".

En junio pasado, en la última entrevista que dio a La Capital, Puiggrós había trazado como prioridades del futuro gobierno "la salud y la alimentación de los chicos", porque entendía que "no se puede hacer ninguna otra cosa si los chicos no comen". Una realidad que sin dudas se agudizó a causa de la crisis económica y sanitaria derivada de la pandemia.

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