El jefe de Gabinete, Manuel Adorni, desplazó al vicejefe de Gabinete, José Rolandi, y en su lugar designó a Aimé “Meme” Vázquez.

José Rolandi, que estaba en el cargo desde que asumió Milei, le dejará el lugar a Aimé “Meme” Vázquez
El jefe de Gabinete, Manuel Adorni, desplazó al vicejefe de Gabinete, José Rolandi, y en su lugar designó a Aimé “Meme” Vázquez.
Así lo señalaron fuentes oficiales, con lo que Vázquez se convertirá en la número dos en Jefatura de Gabinete.
Rolandi se había incorporado al gobierno en diciembre de 2023, cuando Javier Milei llegó al poder, de la mano del entonces jefe de Gabinete, Nicolás Posse.
Sobrevivió a la salida de Posse al cobijarse bajo el ala de Guillermo Francos, el ministro del Interior que había sido ungido por la administración libertaria a titular de la mesa ministerial.
Tras la salida de Francos a fines de octubre, Rolandi había quedado en la cuerda floja y el propio Adorni estableció además que definirá a su equipo.
Con estos cambios, bajo la estructura de la Jefatura quedarán las secretarías de Prensa y Comunicación, a cargo de Javier Lanari, y la de Ambiente y Turismo, donde se sostiene a Daniel Scioli, además de las secretarías Ejecutiva, de Relaciones Parlamentarias e Institucionales, de Innovación, Ciencia y Tecnología y de Asuntos Estratégicos, junto a la subsecretaría de Relaciones Parlamentarias e Institucionales.
La designación de Meme Vázquez formaliza el rol de una figura con fuertes lazos con el PRO de la ciudad de Buenos Aires y el influyente sector empresario.
El perfil de la flamante vicejefa de Gabinete combina la conexión política (ya que trabajó durante años en el gobierno porteño, incluyendo la vicejefatura de Diego Santilli, siendo parte de la fuerte migración de cuadros técnicos a la administración nacional) con el lazo Empresario (está casada con el hijo de Luis Betnaza, cercano al empresario Paolo Rocca, de Techint).
Vázquez, con formación en Ciencia Política y un posgrado en Gerencia Pública, se desempeñaba hasta ahora como la mano derecha de Adorni sin un cargo formal.


Por Gonzalo Santamaría