"Gracias a Dios, la herida fue un roce nomás. La bala pegó en el asiento y me rozó el hombro", contó esta mañana Fabio López, el taxista que fue víctima de un violento intento de asalto en la zona sur de Rosario.
"Gracias a Dios, la herida fue un roce nomás. La bala pegó en el asiento y me rozó el hombro", contó esta mañana Fabio López, el taxista que fue víctima de un violento intento de asalto en la zona sur de Rosario.
El chofer había llevado a dos pasajeras hasta barrio Tío Rolo y cuando las mujeres habían bajado del coche fue abordado por dos delincuentes que lo golpearon ferozmente y cuando el taxista intentó escapar le efectuaron varios disparos, uno de los cuales lo hirió en un hombro.
En declaraciones al programa "El primero de la mañana" de La Ocho, López sostuvo: "Me encuentro bien, un poco mareado, me duele la cabeza por los golpes y el hombro un poco. Gracias a Dios la bala fue un roce nomás. Impactó en el asiento y me rozó el hombro. Tengo un poco de dolor de cabeza, mareos, porque sufrí muchos golpes en la cabeza".
Poco después de recibir el alta de los médicos, López rememoró: "Me tomaron dos chicas con una nena de dos años en Arijón y Lagos. Me dijeron que las lleve a Tío Rolo y cuando estábamos llegando una se bajó en un pasillo, la otra se quedó dando vueltas. Vino un tipo y dijo "paga tu mamá". Me llevó a otro pasillo y ahí me esperaban dos o tres delincuentes. Uno se me acercó por la ventanilla, me apuntó con una pistola 9 milímetros. Cuando me descuidé apareció otro de atrás mío. Me empezó a golpear con otra arma. Ahí abrieron la puerta, me manotearon los bolsillos y yo trato de salir".
"Me llevaron un poco de dinero de la recaudación. Ellos me empiezan a forcejear y uno me golpeaba la cabeza. En ese momento trato de salir, acelero con toda y ahí empiezan a disparar. Y cuando pego la vuelta en una manzana, se ve que había otro que se sube a una moto para seguir corriéndome. Pude salir y cuando lo hice había algunos compañeros antes de llegar a Lagos que me ayudaron", agregó.
López sostuvo que nunca discrimina a la hora de levantar pasajeros. "Yo trato de no discriminar a la gente. Hay gente buena y mala. Mi vida sigue como siempre. Los asaltos son algo habitual que les pasa a todos los compañeros. Yo me siento bien. Pero es lo que siempre digo: yo no me merecía esto".