Los habitantes de un edificio ubicado en Santa Fe al 2500 están sorprendidos pero también alarmados por un hecho tan curioso como asqueroso. La mañana de este jueves el edificio amaneció con mensajes amenazantes que una persona tiró a través del portón enrejado de la entrada. El autor de los mismos confesó ser quien hace una semana llenó el portón de excremento. Dijo que fue porque desde un departamento le tiraron un huevo y juró saciar su "sed de venganza".
Vecinos del edificio contaron a La Capital que el miércoles 23 de junio, cerca de las 23, advirtieron que habían sido víctimas de un atentado desagradable. El portero había sido embadurnado con excremento, claramente de manera intencional.
Una cámara de vigilancia detectó la secuencia: un hombre, con gorra y tapabocas, desparrama sobre el portero la sustancia que al parecer había trasladado en un recipiente. Una vez realizado el "operativo", el hombre se va caminando así como llegó.
Un asqueroso ataque seguido de amenaza atemoriza a los vecinos de un edificio céntrico
Para los vecinos fue todo incertidumbre hasta que la mañana de este jueves se encontraron con el ingreso al edificio empapelado de una serie de mensajes. Desparramados bajo el portón enrejado de ingreso al edificio, enviaban un mensaje amenazante.
"Estimados vecinos del consorcio", comienza el texto. Y continúa: "Les comunico que fui yo quien en medio de un ataque de ira intentó romper el portero y lo llenó de mierda, debido a que un vecino del edificio me tiró un huevo impactando fuertemente sobre mi cabeza mientras pasaba por la vereda. Quiero que en el mismo portero me detallen el piso y el departamento del responsable de ese acto cobarde, de lo contrario me veré forzado a saciar mi sed de venganza en contra de sus bienes comunes. Y a vos que te mandaste el chiste, cuidate.. porque te voy a encontrar".
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Los vecinos tomaron el mensaje como una amenaza. Las palabras "saciar mi sed de venganza" atemorizaron a todos.
Habitantes del edificio admitieron en diálogo con este diario que el día que encontraron el portero lleno de excremento había un huevazo en la vereda, por lo cual creen que es cierto el motivo que el agresor -todavía anónimo- adujo. Pero temen que la represalia sea peor que la criticable acción inicial, que tampoco se sabe quién la cometió.
Por el momento, los vecinos evalúan avanzar con una denuncia formal para evitar que el problema pase a mayores.