El único acusado en la Justicia provincial por el hallazgo de armas y municiones en una casa de Pueblo Esther donde funcionaba una cocina de drogas atribuida a la banda de Los Monos afrontará un juicio por los delitos de tenencia ilegítima de armas de uso civil y acopio de municiones. Un juez de la Cámara Penal respaldó ayer el procesamiento de César Mauricio Núñez y rechazó por segunda vez un planteo de nulidad contra el allanamiento, ordenado por el entonces juez de Instrucción Juan Carlos Vienna.
La causa contra Núñez corre en paralelo con otra que se investiga en la Justicia Federal por el hallazgo de más de 45 kilos de cocaína y 10 de pasta base en la residencia de Pueblo Esther. Ayer Núñez recuperó la libertad a la espera del juicio en el proceso provincial, pero seguirá preso por la causa federal que instruye el juez Marcelo Bailaque.
El camarista Daniel Acosta le otorgó la libertad al considerar válido un planteo de su defensor, Marcelo Martorano, quien cuestionó que su cliente llevara más de 15 meses detenido con la investigación abierta. Sin embargo, rechazó la nulidad del allanamiento del lunes 23 de diciembre de 2014. Y es la segunda vez que la requisa se considera válida.
Buscando a Monchi. Los policías llegaron a Pueblo Esther buscando al aún prófugo Ramón Ezequiel "Monchi" Machuca y encontraron una cocina de cocaína con más de 40 panes de esa droga prensada, 6 panes de alita de mosca (droga de máxima calidad), unos 10 kilos de pasta base sin procesar, 150 kilos de elementos para corte y estiramiento del estupefaciente y precursores químicos, además de armas de fuego, municiones, un chaleco antibalas, celulares, cargadores, moldes, prensas y balanzas.
El planteo que la defensa realizó días atrás en una audiencia de apelación es que el allanamiento carece de fundamentación suficiente y por lo tanto debe ser anulado, con la consiguiente desvinculación de Núñez. La fiscal de Cámaras María Eugenia Iribarren no estuvo de acuerdo y recordó que esa cuestión ya había sido tratada.
En septiembre de 2014, al quedar a cargo de la causa, la jueza de Instrucción Alejandra Rodenas aceptó declarar nulo el procedimiento y el fiscal del caso, Carlos Covani, apeló. Fue la Cámara Penal la que revirtió la medida, con lo cual respaldó el allanamiento por primera vez.
El expediente siguió su curso y el 3 de noviembre de 2015 Núñez fue procesado por Rodenas, quien le dictó la prisión preventiva. Esto es lo que fue apelado por el defensor, quien pidió la libertad de su cliente y volvió a plantear la nulidad.
Justificado. "Por favor quítenle las esposas", les dijo el juez a los policías que ayer escoltaban a Núñez, en una audiencia donde las partes volvieron a reunirse para conocer la definición del magistrado. El juez le otorgó la libertad al acusado pero no hizo lugar a la nulidad. Para el camarista, en el escrito de Vienna que ordenó la requisa "no se advierte falta de fundamentación sino que la misma deviene escueta". Consideró que la medida estaba justificada en base a jurisprudencia de la Corte Nacional según la cual un allanamiento es válido si del expediente surgen motivos que lo sustenten. En este caso, Acosta encontró garantizado "el umbral mínimo de las condiciones para el acceso no autorizado" al domicilio de Núñez. Aunque dejó abierta la chance de que la validez o no de la medida sea determinada en el juicio definitivo contra Núñez.
El más buscado. El allanamiento se hizo en el marco de la causa por asociación ilícita contra la banda de Los Monos en la que se investigó a más 30 personas, entre civiles y policías, ligados a la familia Cantero, asentada en el barrio 17 de Agosto de la zona sur de la ciudad. Por integrar la asociación delictiva, con el narcotráfico entre otros negocios, 11 personas ya aceptaron penas en un proceso abreviado mientras el resto espera que se defina si serán juzgados en un juicio escrito u oral y público. La requisa en Pueblo Esther apuntaba a dar con el prófugo Machuca, que sigue en esa condición.
Con ese objetivo declarado, la Brigada Operativa de la División Judiciales de la Unidad Regional II (luego disuelta) llegó a una casa sencilla y con piscina de Gobernador Vera 1291 donde se desbarató la cocina y se encontró documentación que revelaba un movimiento de 300 mil pesos semanales. Los pesquisas dijeron que Monchi había pasado la noche ahí pero ya no estaba.
La causa provincial se abrió por el hallazgo de una escopeta Itaka calibre 12.70 del tipo policial con 50 cartuchos de ese calibre, 200 balas calibre 9 milímetros, un revólver calibre 32 largo con una docena de balas y un chaleco antibalas de la policía de Santa Fe. Junto con Núñez fueron detenidas otras cinco personas pero él se hizo cargo personalmente del material secuestrado: según una fuente del caso, dijo que era suyo y que el resto de los detenidos eran familiares que estaban en la pileta.