Elba Q. es una mujer de 29 años que fue condenada a 5 años de prisión por vender drogas desde su departamento de Parquefield con un raro mecanismo: a través de una roldana. Pero, más que por esa singularidad, su caso se volvió conocido en los Tribunales Federales de Rosario porque sentó un precedente: a partir de un planteo de la mujer ante la Cámara de Casación Penal, quienes lleguen en libertad al juicio no podrán quedar detenidos en las audiencias.
La condena a prisión a la mujer ya fue confirmada y actualmente la cumple bajo arresto domiciliario para poder cuidar a dos hijas pequeñas. El caso se hizo conocido entre los abogados penales de Rosario a partir de una controversia que se inició en octubre pasado, cuando Elba Q. llegó por su cuenta hasta el edificio de Oroño al 900. La habían convocado al juicio por el secuestro de drogas realizado tres años antes en su casa, en un procedimiento policial.
La mujer se presentó ante el Tribunal Oral Nº 1 (TOC 1) para someterse al proceso oral por la venta de estupefacientes y durante el juicio quedó detenida, a pesar de que toda la instrucción de la causa había tramitado con la acusada en libertad. Una fuente cercana al caso contó que entonces estaba fresca la inesperada fuga en pleno juicio de León Condorito Pastor. Un mes antes, este pintor 50 años acudió en libertad al proceso en su contra por venta de drogas en el barrio La Cerámica, pero el 17 de septiembre desapareció, justo el día que iban a leerle el veredicto. El 26 de enero pasado fue recapturado cuando iba en moto por el cruce Alberdi.
El sistema.Un mes más tarde, se adoptó otra modalidad en el caso de Elba Q., quien también había llegado en libertad a las audiencias. La mujer había sido detenida el 15 de noviembre de 2007 en un tercer piso del complejo Fonavi Parquefield II, en Superí al 2400, bajo la acusación de ser una vendedora de drogas barrial. Vivía sola con dos hijas ya que su esposo cumplía condena en Ezeiza por narcotráfico. Ese día, agentes de la ex Drogas Peligrosas secuestraron 44 bochas de cocaína y 21 trocitos de marihuana de unos 5,5 gramos. Lo que llamó la atención del caso era el sistema implementado para llevar adelante el quiosco: la droga bajaba a tierra por una roldana.
La policía indicó entonces que los compradores se anunciaban con un chiflido desde la planta baja del edificio, contiguo a una escuela primaria y a metros de la seccional del barrio, y desde el tercer piso bajaba una soga a la cual los clientes enganchaban el dinero de la compra y un papel con el pedido. Luego la vendedora usaba el mismo método para hacerles llegar la mercancía y el vuelto.
Pena anticipada.El 26 de octubre de 2010 se inició el juicio a cargo de los jueces Ricardo Vázquez, Laura Inés Cosidoy y Omar Digerónimo. Elba Q. quedó detenida y contra esa medida accionó el defensor oficial Martín Gesino, quien interpuso un recurso de nulidad, pidió su excarcelación y la prisión domiciliaria de la mujer. Al término del juicio la condenaron a 5 años de prisión y, a pesar de que la medida estaba apelada, debió comenzar a cumplir la pena.
Mientras se revisaba el fondo del asunto, el defensor cuestionó la detención -a su juicio prematura- de Elba Q. Argumentó que la decisión de dejarla presa no había sido fundamentada. Que fue detenida a pesar de que la ley dispone que la condena se ejecuta cuando está firme. Y que la decisión le causaba un claro perjuicio. Cuando el planteo ya estaba en curso, una abogada particular tomó el caso y amplió los argumentos ante Casación.
Un "exceso".Los jueces de la Sala III de la Casación Penal, Gustavo Mitchell, Liliana Catucci y Eduardo Riggi, les dieron la razón a los defensores. Plantearon que la condena, al no estar firme, no debía cumplirse porque en caso de ser revocada podía causar un "perjuicio irreparable".
Para los camaristas, si un imputado que está libre apela una condena, debe seguir en aquella situación hasta que el fallo sea confirmado. Así, teniendo en cuenta la jurisprudencia y "los motivos que llevaron al TOC 1 a detener a Q.," los camaristas dijeron que "se advierte sin esfuerzo alguno que (el tribunal) excedió el marco de sus atribuciones al disponer captura".
El fallo de Casación planteó que el tribunal había ordenado la detención de la mujer "con total prescindencia del mandato legal" y que la situación habría sido distinta si la mujer hubiera dado señales de que intentaría escapar. Por el contrario, aclararon, se presentó tal como se lo habían ordenado a las audiencias.
"La sola circunstancia de que la condenen no es fundamento para justificar la detención de Elba Q.", señaló entonces Casación, lo que fijó un precedente para otros casos similares. Finalmente la misma sala confirmó la condena impuesta a la mujer, a quien le concedieron el arresto domiciliario.
Cambio
El cambio de modalidad que sentó el caso de Elba Q. se advirtió en el juicio oral a Jorge Halford por almacenar 150 kilos de marihuana en Roldán. Su ex mujer, Marta Ercegovic, fue condenada a 4 años de prisión efectiva como coautora. Pero llegó al juicio en libertad y se retiró en la misma condición porque el fallo no está firme.