La madrugada de ayer un tiro rompió el silencio en Molina al 2700, en el corazón del barrio La Cerámica. Fue el epílogo de la discusión que mantuvieron Vanesa Alejandra Chávez, de 27 años, y su pareja, Carlos I. de 24. Cuando la policía llegó al lugar alertada por los vecinos, el muchacho ya no estaba y la joven presentaba un balazo calibre 32 en el hemitórax izquierdo. "Discutían siempre. Anoche a las 2 se trensaron de nuevo y después del tiro él salió de la casa gritando y le dijo «¿qué hiciste loca?»", comentó un familiar de Vanesa.
Las discusiones de pareja eran cotidianas entre Vanesa y Carlos. La madrugada de ayer, tras ser herida, la chica atinó a corre unos metros y salir de la casa para pedir ayuda. "Cuando la vi estaba tirada en la puerta, casi sin sangre, parecía desmayada", relató una vecina que conoce a la chica desde siempre:
Según pudo reconstruir La Capital, Carlos I. y Vanesa convivían en la casa de Molina 2792 desde hace cuatro meses. Se habían conocido en una fiesta y junto a la pareja también habitaban la humilde vivienda, por la que se accede a través de un cortinado, dos hijos que la chica tuvo en relaciones anteriores: Joel, de 9 años, y Maxi, de 8.
Casa nueva, peleas viejas. La convivencia de la pareja no pasaba por un buen momento ya que Carlos es un "hombre celoso", según dicen los vecinos. Y a eso habría contribuído que el padre de Maxi le cuestionaba a Vanesa el cuidado del nene.
"El papá de uno de los chicos, Gulillermo S., es un loco bárbaro. Siempre venía a querer romper la puerta y tirar la casa abajo. Estaba casi siempre con la cara machucada y le decía a Vanesa que ella no cuidaba al nene", dijo el sobrino de la mujer asesinada.
Incluso, dicen que Guillermo S. habría amenazado de muerte a Carlos I., por lo que este último solía andar armado, precisamente con el 32 largo del cual habría partido el balazo fatal.
"Carlos era buena persona, de trabajo. Es albañil. Se iba temprano y cuando volvía no descansaba por que se ponía a construir la casa", dicen familiares de Vanesa mientras señalan una estructura similar a un pequeño chalé que la pareja estaba construyendo al lado de la casa en que vivían.
Pero mientras el proyecto de la casa nueva avanzaba, la relación era cada vez más tensa. Según los familiares de la joven, que viven pared de por medio, en la discusión fatal Carlos le preguntó a la joven: "¿Por qué lo defendes tanto? ¿Todavía te gusta?", en referencia a Guillermo S. Y sus gritos atronaron las viviendas precarias antes de escucharse el disparo.
Cuando el cuerpo de Vanesa yacía en la vereda, Carlos I. solo atinó a correr desesperadamente y todo indicaba que había buscado refugio en la casa de sus padres, en el barrio San Fernando de Granadero Baigorria. Hasta allí llegaron los efectivos de la seccional 30ª pero no lo encontraron. Anoche seguía escondido en algún lugar mientras la policía lo buscaba.