Por Claudio Berón
Ayacucho al 6000. El lugar donde trabajan y se pelean dos familias.
Lo que empezó siendo una simple pelea entre familias en el extremo sur de la ciudad derivó en un caso que podría tener connotaciones de violencia institucional ya que seis integrantes de uno de los grupos denunció públicamente que fueron "brutalmente agredidos" por efectivos policiales y que permanecieron tres días detenidos sin motivo alguno, aunque durante ese lapso les iniciaron causas por lesiones. El caso, dijeron las víctimas, va a ser presentado en los próximos días ante la Fiscalía al considerar que hubo abuso de autoridad por parte de uno de los efectivos que golpeó a una menor de 14 años.
La historia, dicen algunos protagonistas, viene de larga data, aunque llegó a su punto máximo el 27 de abril pasado. Los Archento, como se apellida una de las familias en conflicto, denunciaron públicamente a los García porque dicen que hace "varios años roban mercadería del predio de una huerta municipal" en la que ellos trabajan. Eso los llevó a tener varios encontronazos, pero el último lunes del mes pasado todo llegó a un límite cuando las dos familias se encontraron y se enfrentaron a golpes.
Allanamientos y detenidos
En ese marco arribaron al lugar de la pelea varios patrulleros que pusieron fin a la pelea y todo pareció volver a la calma. Pero el 1º de mayo, los uniformados volvieron y en varios allanamientos se llevaron detenidos a seis integrantes de la familia Archento, quienes dijeron haber sufrido "maltratos y golpes". Además, afirmaron a La Capital que estuvieron presos "desde ese día hasta el 4 de mayo, cuando nos abrieron causas por lesiones".
Todo ocurrió en el predio del Parque Huerta Molino Blanco, ubicado en Ayacucho al 6000, donde 17 familias viven de la producción y la posterior ventas de lo cultivado en las Ferias Populares. Sin embargo, sólo dos de esas familias, los García y los Archento, son los que mantienen un conflicto de vieja data. Los primeros dicen que sus rivales "quieren manejar la tierra, las herramientas y la producción" del parque de unas cinco hectáreas; los otros responden que sus enemigos les han "robado de todo" a otros huerteros y a ellos mismos.
La familia Archento está sostenida por Yda y Dante. La mujer contó a este diario que el día de la pelea una de las integrantes de la familia García los increpó por una pavada. "Se quejó porque un camión municipal no la dejaba pasar ya que estaba cargando residuos de las quintas. La cosa es que empezaron los gritos y los puñetazos. En la huerta hay una custodia policial y ese policía nos vino a prepotear antes de pedir refuerzos diciendo que nosotros teníamos un fierro. Entonces llegaron varios móviles y se pensaron que era un revólver, pero era sólo un palo".
En un momento determinado, y cundo la casa de los Archento estaba rodeada por móviles policiales, el agente que custodia el predio "se tiró encima de mi hija de 14 años y empezó a pegarle, y mi otra hija, de 22 años y embarazada, defendió a su hermana y casi la golpea también. Como será que los mismos policías lo pararon y le dijeron que estaba loco, que como le iba a pegar a una menor de edad", contó Yda.
Esta situación derivó un día después en un allanamiento al predio de la huerta que se erige a un costado de donde se levantan las viviendas de la familia Archento. El objetivo de los policías era hallar el arma que, según dice Yda, "nunca existió". Los efectivos pusieron a los integrantes de la familia "de rodillas y nos maltrataron", dijo la mujer antes de recordar que "cuando la policía se fue nos faltaron cosas, un poco de dinero y un frasquito con dijes".
Presos y encausados
Así las cosas, dijo Yda, el fiscal Mariano Ríos ordenó la detención de la familia Archento "bajo la imputación de lesiones graves". Su esposo Dante, su hijo Elías y su yerno Gabriel terminaron en la Unidad 5; Carina, María y Daiana fueron a dar al Order, en 27 de Febrero y Ugarte, a la espera de la audiencia imputativa. "Cuando llegamos nos hicieron bañar con agua fría y así pasamos tres días presas", contó Carina, acusada de atacar a los policías.
Finalmente el 4 de mayo se realizó la audiencia imputativa y la jueza Isabel Más Varela dictaminó el cese de prisión y un depósito de 20 mil pesos como fianza para los integrantes de la familia.
Yda cuenta que en el barrio los vecinos comenzaron a alejarse de la huerta por miedo a represalias. "Algunos portales publicaron que somos un clan mafioso, pero quienes nos conocen saben que es mentira. Vivimos hace más de veinte años de ésto y fuimos quienes generamos la huerta, el comedor que da raciones a más de 200 chicos y trabajamos todo el día. Es más, cuando fue ésto tuvimos que cerrar el comedor y entregar la comida cruda para que se la cocinaran en sus casas. Fue un perjuicio terrible", dijo Yda.
El abogado Marcelo Piercecchi, que representa a los Archento, se asombró por la medida en diálogo con La Capital y sostuvo que "ésta es gente sin antecedentes de ningún tipo y estuvieron bajo arresto tres días, fue desmedido". Por el momento, Yda cuestiona el accionar policial y espera no sufrir ningún tipo de persecución para poder avanzar con el proyecto de la huerta.
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