Un juez ordenó la libertad de un vendedor ambulante de 33 años que había sido detenido por efectivos del Comando Radioeléctrico que lo acusaban de resistir su arresto y haberlos querido coimear en un confuso episodio ocurrido días atrás en Empalme Graneros. El sospechoso, que se encuentra en libertad condicional a raíz de una condena por un homicidio que dijo no haber cometido (ver aparte), relató en la audiencia imputativa que en realidad los policías le dispararon con balas de goma sin motivo y desde una distancia muy cercana. Y cuando, a pedido del magistrado mostró los impactos en su espalda, el funcionario anuló la imputación y ordenó que la Fiscalía investigue a los uniformados involucrados en la posible comisión de un ilícito.
Distintas fuentes judiciales coincidieron en que el episodio apareció muy confuso desde el principio. Ocurrió el jueves pasado, cerca de las 21, en inmediaciones de Génova y Olavarría. Por allí circulaba Ramón A. como acompañante en la moto de un conocido cuando se toparon con efectivos del Comando. A partir de entonces asoman dos versiones sobre lo ocurrido.
Versión oficial. Según los voceros judiciales consultados, los policías señalaron que patrullaban la zona con el dato de que dos motociclistas le habían robado a una mujer. Y que al observar a dos jóvenes en una moto iniciaron una persecución durante la cual vieron al imputado exhibir un arma de fuego con la que les habría apuntado.
Entonces uno de los policías les disparó con una escopeta cargada con postas de goma, lo cual hizo que el acusado cayera de la moto. Pero antes de caer, según ese relato, alcanzó a guardar ese arma en el bolsillo de quien manejaba el rodado. Luego alegaron que Ramón A. les ofreció 5 mil pesos para que no lo arrestaran. Finalmente el hombre quedó detenido en la comisaría 20ª.
Sobre la base de ese relato que los voceros judiciales consultados consideraron poco verosímil, el sábado pasado Ramón A. asistió a una audiencia imputativa ante el juez penal Javier Beltramone. El fiscal Lucas Altare lo imputó por resistencia a la autoridad y cohecho activo basado en la evidencia colectada hasta ese momento. Sin embargo, los voceros tribunalicios consultados señalaron que hasta ahora no se halló el arma que supuestamente exhibió el acusado ni se constató que haya habido a esa hora un robo contra una mujer en la zona.
"Ahora sí". Luego el juez le preguntó al acusado si comprendía lo que se le estaba imputando. Ramón A. respondió que sí y acto seguido brindó su versión. "Le dije la verdad al juez. El Comando prendió la sirena, yo bajé, alcé las manos y me empezaron a disparar, fueron como ocho escopetazos. El pibe de la moto se fue asustado por los tiros. Un policía me habló sobre el fierro que yo les había mostrado. Les dije: «¿Qué fierro?, si me estaba agarrando del guardabarros para no caerme»", contó ayer a este diario Ramón, y agregó que además de los balazos de goma fue golpeado.
"Después —continuó su relato— cuando se dieron cuenta de que yo no era el que buscaban viene un policía y dice que se habían confudido. Pero otro dice «este es caco» y me pregunta si había estado preso. Les dije que estaba con condicional. Entonces me dijeron que estaba hasta la verga, como dicen ellos. Yo les pregunté por qué, si no había hecho nada. «Ahora sí hiciste algo», me contestó uno de ellos y me preguntó si tenía cinco lucas".
Marcado. Luego de oír su relato en la audiencia, el juez le pidió al acusado que se quitara la ropa para ver las lesiones que dijo haber sufrido. Así, Ramón exhibió las numerosas marcas que los impactos le dejaron en la espalda. Y además afirmó que fueron los mismos policías que le dispararon quienes le pidieron cinco mil pesos para dejarlo ir.
Luego de ello, el fiscal afirmó que había pedido una revisión médica para Ramón A. y que también había dado intervención a la División Judiciales de la policía para que investigue el desempeño de los policías en el episodio. Luego interrogó a Ramón y pidió que quedara en prisión preventiva por 90 días.
Pero el defensor Rodrigo Mazuchini se opuso a ese pedido. El abogado cuestionó la evidencia que exhibió el fiscal y puso en duda el accionar policial.
Luego de ello el imputado volvió a exponer sobre las circunstancias del hecho que su abogado calificó como "una causa armada".
El fiscal insistió en requerir la prisión preventiva por tres meses y la decisión quedó en manos del juez. En ese contexto Beltramone resolvió rechazar la imputación y ordenar "la inmediata libertad" de Ramón A., además de que sea revisado por un médico forense.
El juez también ordenó al Ministerio Público de la Acusación que se instruyan actuaciones ante la posible comisión de un ilícito por parte del personal policial que intervino, por lo cual giró las actuaciones a la Fiscalía de Violencia Institucional a cargo Karina Bartocci.
"No se halló el arma que supuestamente les exhibió a los policías ni tampoco apareció nadie que haya denunciado un robo en la zona. No queda claro qué pasó con la moto, lo único que está claro es que le dispararon desde muy corta distancia. Y menos mal que tenía puesta una campera gruesa, que quedó reventada con todo el relleno para afuera", concluyó otro vocero judicial.
Vulnerable. "El muchacho EM_DASHexplicó MazuchiniEM_DASH está en libertad condicional y eso lo convierte en vulnerable. Tal vez quisieron pedirle plata para no armarle una causa que lo llevaría directamente a terminar de cumplir la pena por la que está en esa situación, más allá de lo que ocurra con el nuevo delito que se le impute. Tal vez habrán pensado que era fácil sacarle plata".