"Es una lástima que no los mató a los tres". Las palabras de un vecino enmarcaron el sentimiento de buena parte de los habitantes de La Paz al 100 minutos después de que la panadería La Menorquina, ubicada en esa cuadra, fuera asaltada ayer poco después de las 9.30 y mucho antes de saberse que uno de los ladrones, identificado como David Nahuel Jatón, de 17 años, había fallecido tras enfrentarse a balazos con Pablo, un policía de la Brigada Aérea de la santafesina que es hijo de la dueña del comercio. En tanto, otros dos adolescentes terminaron detenidos, uno de ellos herido.
"Cuando los vi entrar me di cuenta enseguida. A mi me apuntaron con un revólver de caño largo y el otro tenía una arma más pequeña. Eran dos pibes y una chica. A Pablo le pegaron un culatazo en la cabeza. Nos llevaron la caja registradora, pero la tiraron en la esquina de Colón y La Paz cuando escapaban. Además nos robaron dinero y los celulares. Cuando se fueron, mi hijo les dio la voz de alto y se escucharon disparos. Yo no salí por miedo pero Pablo los corrió", explicó Miriam, dueña de La Menorquina.
En tanto, fuentes policiales indicaron que a los maleantes les incautaron un revólver calibre 32, otro calibre 38 y dos motos, una de ellas una Honda Wave azul en la que huyeron y que había sido robada esta semana en el mismo barrio.
La Menorquina es un negocio tradicional del barrio República de la Sexta. Los vecinos recordaban ayer cuando doña Delfina abrió el local en la esquina de Colón y La Paz; y cómo con el devenir de los años se instaló en La Paz 144, donde funciona ahora. Allí mismo tiene la cuadra donde muy temprano se fabrican distintos productos de panificación.
Pablo es uno de los hijos de Miriam. Es policía y presta servicios en la Brigada Aérea Policial (BAP), una división de la fuerza santafesina.
En dos motos. Según los vecinos de La Paz al 100, pasadas las 9.30 en la panadería había una decena de personas, entre quienes estaban la madre y la hermana de Pablo; el propio policía vestido de civil despachando con su arma reglamentaria en la cintura; y los empleados que del salón de venta y la cuadra.
Entonces sobre la vereda del negocio estacionaron dos motos: una Honda Wave azul y una 110 negra, ambas sin patentes. Los tres jóvenes que llegaron en ellas ingresaron a la panadería. Según los testigos, David Nahuel Jatón portaba un revólver calibre 38; Juan Manuel C., de 17 años, un revólver calibre 32; y Saya Ayelén O., de 16, una mochila. Los pibes, todos del barrio Tablada, ingresaron exhibiendo las armas; retuvieron a los presentes en el salón de ventas y la cocina del local y a Pablo le pegaron un culatazo en la cabeza a modo de marcar la cancha. El policía acató sin decir palabras y los ladrones robaron galletitas y golosinas, la caja registradora y los celulares de sus víctimas (ver abajo).
Tiroteos. Una vez que los ladrones pusieron un pie en la vereda, Pablo sacó su arma reglamentaria y les dio la voz de alto. Los vecinos indicaron que allí se produjo el primer intercambio de tiros. Cuatro vainas calibre 9 milímetros del arma oficial quedaron junto al portón de ingreso a la cuadra de la panadería. En la esquina de La Paz y Colón, en tanto, quedó tirada la caja registradora. "Nosotros escuchamos los disparos y como tenía un par de vecinas bajé la persiana y esperé", comentó una comerciante de la cuadra.
En esas circunstancias Juan Manuel C. recibió un balazo en una pierna. Los vecinos indicaron que Saya O. y Jatón iban en la moto y Juan Manuel corría renqueando. Pablo los seguía, a esta altura con el apoyo de un patrullero. "Estos choros no son de la zona. Tienen que ser de Tablada, porque los choros de la zona saben que el hijo de la panadera es policía y suele estar en el negocio", explicó una vecina.
Al llegar a Ayacucho entre Viamonte y La Paz se produjo la segunda balacera. Allí la moto rodó sobre el pavimento y Jatón recibió dos balazos 9 milímetros: en el abdomen y la ingle. Juan Manuel C. ya estaba herido en una pierna. Y Saya O. sufrió lesiones leves por la rodada. Efectivos de la Patrulla Acción Táctica (PAT) los detuvieron. Jatón fue trasladado al Heca donde murió pasado el mediodía.
En principio el hecho había recaído en manos de la Justicia de Menores, pero la muerte de Jatón cambió el eje e hizo que entrara en acción el fiscal Florentino Malaponte, quien ordenó secuestrar las armas para ser peritadas, la realización de dermotest a los protagonistas y que se incauten los registros de las cámaras de seguridad de la panadería.
Malaponte dispuso además que el policía recupere la libertad hasta ser imputado, para lo cual deberá determinar si hubo legítima defensa o un exceso de la misma. La diferencia está en que la primera no se incurre en delito.
Un escaso botín en la mochila. En Ayacucho al 2300 quedó tirada la Honda Wave azul en la que se iban los ladrones, una mochila negra y una mancha de sangre. Dentro de la mochila había 3 paquetes de chizitos, 1 de galletitas Sonrisas, 2 de salvado, 4 de masitas Toddy, uno de Opera, 30 paquetes de chicles, dos botellas de Fernet, dos cuadernos, una tijera escolar, dos cuchillas y un cable para conectar equipos de sonidos. Ese fue el botín por el que murió David Nahuel Jatón.