Tras agonizar un día murió un hombre baleado en la calle

El lunes por la noche falleció en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez Víctor Hugo Morel, 35 años, que había sido baleado en la madrugada del domingo en Felipe Moré y Cerrito, a metros de su casa. Vecinos de una de las calles que desembocan en las vías que atraviesan villa Banana pudieron ver a dos pibes en una moto que se pararon por Felipe Moré y tiraron. “Este muchacho estaba parado en cerca de la vía y le dieron un tiro en la cabeza”. Otros recordaron que el lugar es una parada “de siempre” de jóvenes que venden drogas aunque “este era un buen muchacho”.

   Días antes, el jueves 20, se produjo un ataque por la tarde en Riobamba al 5000. A las 16 dos hombres que se trasladaban en una moto, al parecer una Honda Titan, dispararon sobre la vereda. En la corrida que siguió a las detonaciones resultaron heridos un niño de 12 años, que recibió un disparo en la pierna, un adolescente de 16 alcanzado en el antebrazo derecho y una joven de 28 años, Brenda R., que recibió un roce de bala en el muslo. Los tres fueron trasladados por familiares al Hospital Clemente Alvarez y luego dados de alta. Este ataque, dos días antes de la balacera que mató a Morel, fue ligado a una serie de atentados por los investigadores.

   En el caso de Morel y sin pistas firmes, los pesquisas evalúan que se trataría de un ataque por narcomenudeo. Ayer por la tarde, mientras la familia esperaba el cuerpo para su posterior velatorio. “Para que hablar, ya está”, dijo a La Capital un familiar de la víctima.

   Los hechos se dieron de la forma acostumbrada en estos casos. A las 3 de la mañana un móvil de la policía de Acción Táctica (PAT) llegó hasta Cerrito y las vías de Felipe Moré pero sólo encontraron a un grupo de vecinos que relataron que minutos antes pasaron dos hombres y la emprendieron a tiros contra un muchacho. Una de las balas dio en el cráneo de Víctor Hugo Morel, que estaba parado en la zona de vías. Luego de los tiros los familiares lo llevaron en un auto al Heca.

La sombra de la droga

Al recorrer el barrio aparece el velo del narcomenudeo en cada cuadra. El 6 de agosto de 2019 y en un operativo realizado por la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) fue detenido Walter Daniel Abregú, alias Dulce, un hombre que permanecía prófugo de la Justicia acusado de ser jefe de una banda narco criminal que operaba en la zona oeste de la ciudad. Abregú tiene 41 años y fue detenido, según la investigación de la Justicia Federal, como sospechoso de liderar una banda en la zona del Fonavi de Parque Oeste y tener una red con la cual acopiaban, distribuían y comercializaban marihuana y cocaína, con ramificaciones sobre villa Banana.

   Las calles cuentan de “la banda del sapo” y de “unos pibes que se quieren hacer dueños del barrio”, un vecindario donde campea la sombra de Nelson Alexis “Pandu” Aguirre, sindicado como líder de una gavilla que opera en villa Banana, quien fue condenado en 2017 a 16 años de prisión en un juicio abreviado. “Pandu” admitió su responsabilidad en el crimen de Javier Barquilla, un albañil de 37 años que en 2015 recibió dos disparos fatales en Rueda y Felipe Moré en febrero de 2015.