Días después del juicio oral que cerró un capítulo de la llamada “Banda de René” con una condena a René “Brujo” Ungaro por organizar una asociación ilícita desde la cárcel, una condena vuelve a poner en los titulares policiales otra versión de esa banda. En este caso con una pena unificada de 13 años acordada por Ariel Sebastián “Teletubi” Acosta por un intento de homicidio y su pertenencia a otra organización similar orquestada tras las rejas por el mismo jefe. Según las investigaciones continuas sobre estos grupos que operan en la franja este del sur rosarino, se trata de la banda que Brujo armó una vez terminada su alianza con los hermanos Funes para seguir con su polirrubro delictivo basado en el narcomenudeo sin desdeñar otros delitos como usurpaciones y un “kiosquito” que hasta llegó a darle cierta relevancia periodística: la venta de números de orden a visitantes de la cárcel de Piñero.
La firma de este procedimiento abreviado para Teletubi estaba prevista para el 20 de diciembre de 2019 pero se frustró cuando, minutos antes de la audiencia, el acusado se fugó por la entrada principal del Centro de Justicia Penal luego de atravesar cinco puertas sin llave en un hecho que se estableció como una cadena de negligencias sin pacto previo y por el cual no se le imputó el delito de evasión ya que no empleó la fuerza. Recapturado un mes después, pasó casi un año y medio hasta que Acosta volvió a aceptar la misma condena a nueve años por balear a un kiosquero que se negó a ser extorsionado y se unificó en 13 años y cuatro meses con penas anteriores que incluyen su participación en otra banda de René.
Apretador
La madrugada del 16 de diciembre de 2016, entre las 2 y las 3 de la mañana, Teletubi llegó hasta la puerta de un kiosco de Sánchez de Thompson 58. Acompañado por un tal “Peladito” y pistola en mano, Acosta increpó al dueño: “Viejo, ¿podés salir un toque? Acá las cosas cambiaron, desde ahora nos tenés que dar dos mil pesos todas las semanas y todos los meses para trabajar tranquilo”.
Sergio Cecchini no se amilanó: “Pendejo maleducado, vos quién te creíste que sos. Acá las cosas no cambiaron, vos no sos nadie”, respondió el kiosquero antes de empujar a Teletubi y dar media vuelta para irse. Acosta sacó el arma y disparó tres veces. Cecchini recibió dos balazos, uno en el abdomen. Además del llamado al 911 de un hijo de la victima que identificó a Acosta como el tirador, el propio comerciante lo identificó.
Mientras era buscado por ese intento de asesinato, el 4 de febrero de 2017 fue Teletubi a quien balearon en la puerta del mismo kiosco. Horas después dos policías intentaban establecer si él era la persona que había dicho ser cuando lo llevaron al Hospital Roque Sáenz Peña o si, por el contrario, él era Ariel Acosta, quien tenía pedido de captura desde hacía dos meses. “Yo ya perdí”, les confirmó a los agentes, que luego le preguntaron quién le había disparado. “Eso lo arreglamos entre nosotros”, se limitó a contestar.
Dos días más tarde Cecchini volvió a ser baleado, esta vez desde una moto. En este caso el kiosquero de 51 años no sobrevivió al ataque y murió veinte días después. Por este crimen fue condenado Brian Ismael Sánchez, vinculado con Teletubi. En un juicio abreviado homologado en diciembre de 2019 este joven de 21 años apodado “Pocha” aceptó 20 años de cárcel por matar a Cecchini y por otros dos homicidios cometidos el 2 de octubre de 2016, una noche que salió a tirar tiros a bordo de un Ford Focus blanco: el de Alberto Luis Ruiz Díaz, acribillado a las 0.20 en Grandoli y Esteban de Luca, y el de Walter Mena, asesinado a las 5 en Mitre y Zeballos.
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Tras las rejas
Como suele suceder cada vez más en los últimos tiempos, las correrías de Teletubi no terminaron durante su estadía en prisión. Si bien sus vínculos con René eran anteriores a que cayera detenido, no fue acusado por la asociación ilícita que el Brujo comandara desde Piñero con los hermanos Funes por la cual días atrás sumó una condena a siete años. Sí estuvo Acosta entre las nueve personas imputadas de integrar la siguiente organización que en octubre de 2019 le atribuyeron liderar tras las rejas al menor de los Ungaro.
Según recuerdan los investigadores esa banda de René se materializó una vez terminada su alianza con los Funes, que al parecer habría tenido como objetivo sostener su enfrentamiento contra la agrupación que llevaban adelante Rubén “Tubi” Segovia con los hijos del ex jefe de la barra de Newell’s Roberto “Pimpi” Caminos, a quien Ungaro había asesinado en 2010. Asesinado Segovia por gente de su entorno en la cárcel de Coronda, indicó un investigador, su sociedad con los Funes dejó de tener sentido. Entonces René armó otro grupo para el cual integró a gente de su riñón con miembros de la gavilla de Javier “Morocho” Mansilla, al que también atribuyen comandar tras las rejas organizaciones delictivas, con quien se asoció para gerenciar la venta de números en la puerta de Piñero.
Esa organización, que según la investigación se activó en octubre de 2018, fue desbaratada un año después con allanamientos que incluyeron las celdas de presuntos miembros. El Organismo de Investigaciones (OI) había puesto el foco en episodios muy violentos en los barrios Tablada y Municipal, con rebotes en Villa Gobernador Gálvez, donde recrudecían los heridos y muertos por armas de fuego, balaceras y usurpaciones. Un dato de la pesquisa: la zona donde operaba la banda concentraba más del 40% de los heridos o muertos a balazos del departamento Rosario.
Ultraviolentos
Parte de la banda operaba desde la cárcel donde se ideaban las acciones que ejecutaban los miembros que estaban en libertad con el objetivo central de defender el territorio para cometer sus tropelías. Uno de los hechos atribuidos al grupo fue la intimidación extorsiva a Adalberto Ribadero, un músico conocido como “Beto Riba” por entonces titular de un sindicato no homologado de vendedores ambulantes y a quien en abril de 2019 le pidieron 50 mil pesos por semana para no matarlo. En ese marco le balearon un carrito de comidas en VGG.
Otro hecho fue la balacera —con dos heridos leves— en la puerta de Piñero cuando un grupo rival quiso tomar el control del negocio que venía manejando Ungaro con la venta de números para ordenar el ingreso de visitantes a la cárcel (quienes pagaban podían esperar menos y entrar antes). También se expusieron como parte de la actividad de esta banda los homicidios de Patricio Ariel Patiño, el 22 de enero de 2019 en su casa de Médici 4687, y el de Juan Alberto “Beto” González, asesinado por error el 1º de abril de ese año en Villa Gobernador Gálvez.
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Entre los imputados como parte de esa banda estaban, además de Ungaro y Acosta, Julio Albornoz, Jesica González, Marcelo “Pala” Gorosito —días atrás pidieron 35 años de cárcel para él por el crimen de Beto González—, Daniel Balaguer, Ramona “Gringa” Avalos, María del Rosario Castelló y Claudio Ezequiel Alvez. A Teletubi se le imputó “enviar directivas sobre cómo disponer de los recursos de la banda, armas de fuego y vehículos sustraídos” así como “ordenar la ejecución de atentados a personas para mantener el control territorial”.
Acosta, Alvez y Castelló admitieron los delitos imputados mediante juicios abreviados. Por su parte, Avalos y Balaguer murieron a fines de abril en dos hechos que se investigan: la Gringa, tía de Teletubi, murió en la cárcel de mujeres y Balaguer fue asesinado horas después de haber recuperado la libertad. Así, quedan cuatro imputados por esa otra banda de René que no resolvieron su situación.