Por Claudio González
Cuatro de seis personas integrantes de una empresa constructora que conformó tres fideicomisos cuyos inversores jamás recibieron los inmuebles, fueron imputados por asociación ilícita, administración fraudulenta y defraudación fiduciaria. Se trata de una estafa no cuantificada pero que podría superar el millón de dólares. La investigación del Ministerio Público Fiscal se centró en los truncos emprendimientos Habiter Central, Habiter Jano y Habiter Mon, condominios que tardaron en ver la luz o nunca la vieron, y dejó a decenas de inversores estafados. Según la denuncia, las maniobras se concretaron entre 2011 y 2016.
En la audiencia imputativa de ayer hubo al menos 25 damnificados de las empresas constructoras acusadas de estafarlos mediante la conformación de fideicomisos para la construcción de departamentos que nunca recibieron, o lo esperan a cambio del doble de la inversión.
Según el fiscal Fernando Dalmau se trata de las empresas FHV Obras SRL y FH Obras SRL, conformada por Santiago F., los hermanos Federico y Pablo H., Romina T., Verónica B., y Elsa Olga W., quienes encabezaron la construcción de decenas de edificios pero que en los últimos años incurrieron en fraudes.
Los acusados, encumbrados profesionales, desde 2011 conformaron fideicomisos para la construcción de los edificios Habiter Central (Paraguay 102), Habiter Jano (Salta 2370), Habiter Mon (3 de febrero 765) y Habiter Mirador (Avellaneda 179 bis). Para ello convocaron a inversores que les confiaron su dinero, pero que no vieron plasmados en ladrillos.
La denuncia
Solo para citar un ejemplo, en Habiter Central se comprobó que a la cuenta corriente a nombre del fideicomiso, existente desde el 10 de abril de 2012 al 19 de agosto de 2015, ingresaron fondos por 19 millones de pesos según la valuación actual.
Sin recibir los inmuebles en tiempo y forma, los damnificados decidieron en 2016 designar un nuevo administrador de sus fondos. Y entonces se comenzó a develar el desfalco. Así, las empresas comenzaron a recibir demandas civiles de los fiduciarios que reclamaban inmuebles en los emprendimientos citados, causas en las cuales se investiga si existió estafa procesal y hasta prevaricato de un abogado.
Los inculpados debían administrar y custodiar el dinero confiado exclusivamente para la construcción de los condominios, pero aparecieron reclamando inmuebles como propios. Además de esa situación, el nuevo fiduciario se encontró con una realidad deplorable respecto a los avances de obra, y debió solicitar aportes adicionales a los inversores.
La audiencia de ayer tuvo detalles que desnudaron groseras maniobras. Por ejemplo, se le achacó a uno de los imputados desviar fondos de los fideicomisos para la construcción de una casa particular en un country de Funes, o algo más burdo: comprar materiales y mandar una cantidad al edificio y otra a su vivienda.
Los más de 60 damnificados y el nuevo fiduciario se constituyeron como querellantes en la causa y designaron para que los representen en el proceso al abogado penalista Paul Krupnik, que impulsa la denuncia desde hace más de dos años.
Durante la acusación ante el juez Hernán Postma y delante de cuatro de los imputados, el fiscal Dalmau calificó "la gestión de los encartados como una unidad criminal". Y que la "espuria gestión societaria tenía como finalidad procurar el incremento de sus patrimonios y/o el de su núcleo familiar y, de forma alternativa o concomitante dañar a las sociedades y fideicomisos".
Maniobras
La Fiscalía distinguió que Pablo H. y Santiago F. a través de FH SRL "se hicieron de los patrimonios fideicomitidos para la construcción de Habiter Central y Habiter Jano, entre otros, y los administraron de forma criminal para lograr una ventaja patrimonial para sí y/o sus familias".
Y agrego que "tornaron ilusorios los derechos de los fiduciantes toda vez que el desfalco intencionado y deliberado condujo a la no realización de los proyectos de inversión o a la concreción de los mismos mediante onerosos aportes adicionales que necesariamente los fiduciantes se vieron obligados a integrar a los nuevos fiduciarios".
El fiscal achacó a Santiago F. coautoría de administración fraudulenta y defraudación fiduciaria; a Pablo H. los mismos delitos como coautor y jefe de la asociación ilícita; a la contadora Romina T. y a la abogada Verónica B. ser partícipes de administración fraudulenta, defraudación fiduciaria e integrante de la asociación ilícita. A Elsa W., madre de la abogada, y a Federico H. les endilgó la administración fraudulenta y defraudación fiduciaria como partícipe primarios, e integrante de la asociación ilícita.
La defensa de Santiago F. estuvo en manos de Daniel Cuenca, mientras que las de Verónica B., Elsa W., y Federico H. fue ejercida por Emiliano Díaz. Cuenca recalcó que la sociedad comercial plasmó decenas de proyectos inmobiliarios, y que luego de inconvenientes entre sus socios mostró problemas en los últimos cuatro fideicomisos.
El profesional cuestionó la calificación de asociación ilícita al entender que no hay pluralidad de hechos delictivos ni permanencia en el tiempo, y dejó abierta la posibilidad de discutir las otras figuras.
Tras un acuerdo sobre la medida cautelar de los imputados, (sólo estaba detenido Pablo H. que pagó una fianza de 10 millones de pesos y quedó en libertad) el juez Postma aceptó la calificación y fijó la caución pactada entre defensa y Fiscalía y detalló las reglas de conducta que deben cumplir. Por estar fuera de la ciudad, Federico H. y Romina T., serán imputados en los próximos días.