La Justicia Federal rosarina rechazó ayer un recurso que pedía para dar marcha atrás con el traslado de dos miembros de la banda de Los Monos, Ariel Máximo "Guille" Cantero y Emanuel Chamorro, a dos cárceles del sur del país. El planteo de hábeas corpus pretendía que ambos retornaran al penal federal de Ezeiza, adonde habían sido derivados el sábado desde la cárcel santafesina de Piñero. Pero el juez federal de Rosario en feria, Carlos Vera Barros ,no le hizo lugar al planteo al entender que debe realizarse ante el magistrado que dirige la causa por narcotráfico.
"El planteo fue rechazado y ahora nos queda la posibilidad de esperar al final de la feria para presentarlo en otro juzgado o la opción de la vía recursiva ante instancias superiores", dijo el defensor de los afectados por la medida, Carlos Varela. Según el profesional, en un escrito de cuatro carillas y media Vera Barros no discute que el traslado a un lugar tan lejano agrave las condiciones de detención pero advierte que el reclamo debe dirigirse al juzgado Federal Nº 4, a cargo de Marcelo Bailaque, que investiga el caso.
Al rechazar el pedido, el juez planteó que "está dentro de las facultades del Servicio Penitenciario" disponer del destino de los internos y por lo tanto el cambio de disposición "no resulta arbitrario". Sin embargo, a renglón seguido desliza que "el presente hábeas corpus tiende a obtener una respuesta del órgano judicial que dispuso la orden de traslado" y por lo tanto es al juzgado de Bailaque hacia quien "debe dirigirse el reclamo".
El recurso había sido presentado un día antes con el fin de que regresen a la cárcel de Ezeiza los procesados Guille Cantero y su ladero Emanuel Chamorro, quienes el sábado fueron derivados a penales federales de la Patagonia. Cantero, sindicado como jefe de la banda, fue ingresado a la Unidad 6 de Rawson, en la provincia de Chubut, mientras que Chamorro quedó alojado en la Unidad 9 de Neuquén tras permanecer sólo 48 horas en Ezeiza.
La semana pasada habían sido derivados allí desde la cárcel de Piñero donde estaban alojados por dos causas que se investigan en la Justicia provincial: la de asociación ilícita que tramitó el juez Juan Carlos Vienna y la que investiga el crimen de Diego Demarre, dueño del boliche Infinity Night donde un día antes había sido asesinado el hermano de Guille, Claudio "Pájaro" Cantero, en mayo de 2013. La provincia reclamó el traslado a una cárcel federal aludiendo a extraños incidentes en el entorno de la cárcel (como una balacera en el perímetro y drones sobrevolando el presidio) y rumores de un plan de fuga.
Los motivos. Tras la movida hasta el sur, Varela presentó el recurso para que "regresen a Ezeiza porque se agravaron sus condiciones de detención". Puntualizó que la medida complica el ejercicio de la defensa técnica, aleja a los acusados de sus familias y retrasa medidas judiciales. "Para poder dialogar tenemos que ir desde Rosario hasta aeroparque para ir en avión y en el caso de Cantero hacer otros treinta o cuarenta kilómetros en auto hasta Rawson", dijo.
Bailaque había ordenado el traslado de ambos a una cárcel federal el 28 de diciembre, pero su decisión se topó con la feria judicial. El viaje recién se concretó por una decisión de la jueza en feria de los tribunales rosarinos, María Isabel Mas Varela, quien firmó la autorización.
Preventiva. Cantero y Chamorro están procesados como líderes de una banda dedicada al tráfico ilegal de estupefacientes e integrada por otras 21 personas. Bailaque les dictó la prisión preventiva por el delito de tráfico de estupefacientes agravado por la participación de tres o más personas. Esta organización, según el juez, operaba al menos desde noviembre de 2014 y se dedicaba a la venta de estupefaciente en distintos sectores de la ciudad, en especial los puestos de venta ubicados en Laprida y Chávez, y Platón al 1400.
El procesamiento fue el resultado del megaoperativo "Los Patrones" que la Policía Federal llevó a cabo durante el último fin de semana de noviembre con el secuestro de 11 kilos de cocaína, 700 de marihuana, nueve precursores químicos y un kilo de pasta base, además de armas y vehículos. El procesamiento será apelado por Varela una vez que finalice la feria judicial.
"Es imposible hacer una defensa formal con los imputados a dos mil kilómetros de distancia. Eso agrava las condiciones de detención", insistió el abogado acerca de los traslados, mientras evalúa si reitera el hábeas corpus ante Bailaque en febrero o acude en apelación ante la Cámara Federal.