Dos hombres acusados de dedicarse de manera profesional a la usura fueron condenados por entregar préstamos con retornos exorbitantes y otros delitos. Ambos admitieron sus delitos en un juicio abreviado en el que recibieron una pena de 3 años de prisión condicional. Los casos de usura que se les probaron son dos. Uno fue acordar un crédito de un millón de pesos a un hombre al que le pidieron la devolución de 90 mil dólares y luego le usurparon su departamento en Rosario. El otro es haber cedido 20 mil dólares a una mujer a quien le requirieron del doble de ese monto al cabo de dos años y, como la mujer no pudo pagar, se terminaron quedando con un campo de más de medio millón de dólares a cambio de una suma varias veces menor. Esa propiedad la habían tomado como garantía del préstamo, llegando al punto de lograr que la madre de la deudora, que era la propietaria y tenía demencia senil, se los transfiriera firmando ante un escribano en el geriátrico donde estaba internada.
Los condenados son Eduardo Fabián Hinny y Horacio Martín Falzetti. El primero es directivo de una mutual de la localida de El Trébol. El segundo es jefe de una división del Senado de la provincia con 27 años de antigüedad. Ambos admitieron su culpa para firmar el acuerdo abreviado que les permitió quedar en libertad después de estar en prisión preventiva ya que no contaban con antecedentes ni sentencias anteriores.
Los casos fueron investigados por la fiscal Valeria Haurigot, quien detectó las maniobras de estos hombres. En el caso de Marcelo T., el 22 de octubre de 2018 firmó un contrato bajo condiciones usurarias. La fiscal dijo que para ello los condenados se aprovecharon de las necesidades económicas de la víctima, quien estaba en insolvencia. Entonces recibió un millón de pesos y se comprometió a devolver esa suma más otra igual en concepto de intereses. Para esto lo obligaron a desafectar como bien de familia un departamento de 27 de Febrero y bulevar Oroño, y simularon que lo vendía falsamente a Hinny y Falzetti. Hicieron constar una falsa venta y que previo a la operación habían pagado 618 mil pesos. La cesión del departamento fue para la fiscal la garantía extorsiva para el reintegro del dinero.
Marcelo T. denunció que el 17 de febrero de 2020 se retiró de su domicilio y al retornar las cerraduras estaban violentadas. Falzetti y Hinny declararon que el hombre les había vendido el departamento, que luego habían celebrado un comodato gratuito para que él pudiera vivir ahí con un compromiso de desocuparlo. Y que ellos mismos encontraron las cerraduras violentadas y las arreglaron.
Pero el argumento de los usureros se reveló falso: habían hecho ingresar a dos personas a la vivienda rompiendo la cerradura. Por ello T. quedó en la calle y terminó viviendo en una iglesia. Al descubrirse la maniobra los prestamistas que habían alegado no cometer nada ilícito entregaron voluntariamente la llave del departamento ante un juez.
El otro caso de usura se registró en 2016 cuando cedieron a Silvina S. en sucesivas entregas unos 20 mil dólares. La condición era devolver, dos años después, ese monto más otros 20 mil dólares como intereses compensatorios. Como la mujer no pudo pagar esa cantidad exorbitante le exigieron como punitorios un pago adicional del 50% sobre los intereses pautados: otros 10 mil dólares. Pero además le tomaron como garantía un campo del que Silvina era apoderada de su madre. Y lograron que la propietaria, internada y mentalmente insana, se los cediera. Para eso los prestamistas llevaron a una escribana al geriátrico.
Ese campo estaba en la localidad de Correa y tenía 29 mil hectáreas cotizadas a unos 20 mil dólares cada una. “Yo les pedí plata, no recuerdo cuánto, pero fueron al geriátrico donde estaba mi mamá con la escribana Luciana Calcagno y figura como que mi mamá les vendió el campo. La venta no era real sino una garantía por el préstamo. Con lo que me dieron cambié el auto a un modelo más nuevo, refaccioné mi casa, pagamos máquinas para el negocio y alquileres adeudados”, dijo la víctima.
Según la fiscal se trató de una falsedad ideológica: la compraventa simulada del campo era en realidad la garantía del préstamo. Hinny y Falzetti hicieron insertar falsamente el pago de 714 mil pesos por el campo, lo que fue una estafa a la fe pública y un agravio al derecho de propiedad de Silvina S. y su madre.
>> Leer más: Los crueles mecanismos de dos usureros profesionales que un juez mandó a prisión
La fiscal remarcó la doble condición en que los usureros ejercían sus acciones: de modo profesional y habitual. También hizo una consideración del estrago subjetivo que provocaban en sus víctimas. Explotaban de manera insensible a personas vulnerables, ejerciendo presión psicológica y cobrando desmesuradamente por lo que prestaban.
El juez Hernán Postma homologó las condenas por usura profesional para Hinny, Falzetti y su esposa, Griselda Barreto. La sentencia los obliga a renunciar al repago del dinero que acordaron a las víctimas y deja sin efecto las transferencias en favor de ellos de las propiedades que les fueron cedidas como garantía de los préstamos.