Alan tiene 15 años y el lunes a la noche fue detenido en su vivienda de Olegario Víctor Andrade al 100 bis, en el barrio Saladillo. Se lo llevaron preso como principal sospechoso de haber asesinado el sábado a la tarde, en Sánchez de Thompson y Grandoli, a Jonathan David Rodríguez, de 20 años. En la habitación del adolescente fue secuestrada una pistola ametralladora FMK3, de fabricación nacional, similar a la que utilizan fuerzas de seguridad como la policía santafesina, Gendarmería y Prefectura. Un arma que tiene una autonomía de fuego de 600 disparos por minuto y que tenía su numeración intacta.
Por su edad, Alan no es punible para la ley penal y fue la jueza de Menores Dolores Aguirre Guarrochena quien recibió la consulta por el caso. Fuentes tribunalicias indicaron que la magistrada sólo se concentrará en investigar la materialidad del hecho y notificó de la situación de Alan a la Subsecretaría de Derechos de Niñez, Adolescencia y Familia de la provincia, que deberá hacerse cargo de la situación del menor. Otros voceros indicaron que luego de habérselo identificado dactiloscópicamente, Alan fue restituido a su familia. En la causa, en tanto, hay un prófugo que sería mayor.
Un chico nuevo. Si Alan, apodado “El novato”, viviera en algunos países de Asia y Africa que son escensarios de conflictos internos, podría ser catalogado como un niño soldado que empuña una FMK3. Es decir “una persona menor de 18 años que forma parte de cualquier fuerza o grupo armado, regular o irregular, con independencia de las labores que desempeñe”, según la definición que brinda la ONG Amnistía Internacional en su página web. Pero Alan, y otros muchos como él, no viven tan lejos sino en un barrio de Rosario donde el concepto de “el aguante” mutó drásticamente en la última década hasta traducirse en la capacidad de lastimar al rival hasta las últimas consecuencias, o sea, producirle la muerte.
Jonathan David Rodríguez tenía 20 años y el sábado a la tarde, enfundado en una campera de Boca Juniors, iba al cumpleaños de una amiga. Pero nunca llegó a destino. Poco después de las 18, una ráfaga de calibre 9 milímetros disparada por uno de los dos muchachos que circulaban en una moto, lo fulminó. Recibió impactos en la zona izquierda del tórax y fue trasladado al hospital Roque Sáenz Peña, pero murió a poco de ingresar. Varios testigos describieron ante la policía al tirador y el arma utilizada. En ese marco, para los investigadores quien disparó la FMK3 fue “El novato” Alan.
Viejos rencores. Si bien nadie pudo precisar cuál fue el móvil del asesinato (se habló de una discusión menor entre protagonistas que minutos antes compartían el mismo espacio), crímenes como el de Rodríguez reflotan viejas historias de rencores y odios en los pasillos del barrio Municipal, el que supo tener como vecino y líder a Roberto “Pimpi” Caminos, y los monoblocks de Sánchez de Thompson y Gutiérrez.
“El arma secuestrada será enviada a pericias para determinar si además del homicidio de Rodríguez puede haber estado implicada en otros hechos resonantes de los últimos tiempos”, indicó ayer por la mañana en conferencia de prensa el comisario Inspector Ariel Bengoechea, titular de la Inspección 3ª Zona. El secuestro de un arma de ese poder de fuego puede ser una caja de Pandora para la policía y para su portador ya que son innumerables los hechos delictivos en los que vecinos aseguran que fue usada una FMK3. Además es un arma que, a diferencia de una pistola, no necesita de un mantenimiento obsesivo.
Si bien las pericias serán vitales para determinar el camino del arma desde que dejó las manos de un empleado de una fuerza de seguridad hasta llegar a Alan, fuentes consultadas indicaron que un arma de similares características estaba siendo buscada por la policía desde hace meses. La búsqueda estaba centrada en la histórica disputa que mantienen allegados a dos pesos pesados de la zona: los sucesores de Pimpi Caminos, liderados hoy por su hijo Alexis; y miembros de la banda de un tal “Chapita”.
Sobre el recorrido de la FMK3, ayer los pesquisas expusieron dos teorías. La primera fue que Alan llegó al arma luego de canjearla en la calle por una moto Honda Tornado. Y la otra, que “la metra” sería propiedad del apodado “Teletubi”, un muchacho que fue investigado hace unos años por la emboscada a colectivos de la barra brava de Newell’s Old Boys en la que murió el menor Walter Cáceres (en febrero de 2012); y por el ataque a balazos contra hinchas leprosos en el barrio Municipal el sábado 4 de junio de 2011,episodio en el que fue herido el subcomisario Javier Máximo Alegre. Por estos días, el apodado Teletubi estaría más cerca de la gente de Chapita de lo que estuvo, años atrás, de la autodenominada “Hinchada que Nunca Abandona”.