La defensa de Matías Capozucca, el conductor que cinco años atrás causó el
accidente en el que murieron dos jóvenes y por el cual quedó en estado vegetativo irreversible una
adolescente que entonces tenía 16 años, presentó un planteo para ser cambiar el lugar de detención,
debido al mal estado general de las instalaciones donde hace tres días empezó a cumplir en forma
efectiva su condena. El requerimiento de Capozucca, un hábeas corpus, fue aceptado. Por esa razón
el joven, de 23 años, fue trasladado de la subcomisaría 18ª a la comisaría 8ª.
La novedad de que el reclamo de la defensa del joven fue aceptado con celeridad
provocó malestar en familiares de las víctimas del accidente. Estos consideraron que esa premura en
resolver deja en evidencia la influencia del entorno del muchacho condenado para obtener
privilegios.
"Hago un llamado público a que todos los delincuentes penados en lugares con
malas condiciones de alojamiento hagan un hábeas corpus a ver qué hace la Justicia. Veremos si les
hacen lugar a todos y con tanta rapidez", dijo ayer Mónica Gangemi, la madre de Ursula Notz, una
chica de 16 años fallecida en el accidente por el cual Capozucca fue sentenciado.
El sótano. El defensor de Capozucca, Froilán Ravena, señaló a este diario que
cuando constataron la situación en la que su defendido iba a cumplir la detención elevaron
rápidamente un hábeas corpus.
"La Cámara Penal estableció condiciones especiales en que debe cumplirse la
condena. Se dispuso que mi cliente debía recibir asistencia psicológica en un lugar separado de
detenidos por delitos dolosos (intencionales) debido a su corta edad, a que es un preso primario y
a que no tenía antecedentes penales", dijo Ravena.
En cumplimiento a ese mandato la jueza de Ejecución Penal Luciana Prunotto
dispuso que la reclusión de Capozucca se cumpliera en el penal de la subcomisaría 18ª de Cabín 9,
en Pérez, donde no había otros detenidos.
El miércoles fue el primer día de la condena. "Cuando llegamos advertimos que no
había otros presos, pero el penal era un sótano inundado, un espacio helado que ponía en riesgo
físico a nuestro defendido violando el espíritu de la sentencia. Por eso presentamos un hábeas
corpus correctivo", señaló Ravena.
El recurso judicial fue aceptado. En virtud de ello, la jueza Prunotto dispuso
que Capozucca fuera transferido al penal de la comisaría 8ª, en barrio Refinería, donde las
condiciones de alojamiento, según el defensor del joven, son congruentes con el planteo de la
sentencia.
Para que Capozucca pueda estar en soledad en el modo en que lo requiere el
planteo hubo que trasladar a tres presos que estaban en la comisaría 8ª a otros espacios de
detención.
Mónica Gangemi se entrevistó ayer con la jueza Prunotto para conversar sobre el
asunto. "Estaba preocupada por saber si esta medida tenía sentido o era un capricho del imputado",
le dijo ayer a LT8. La mujer señaló que Prunotto le explicó que había resuelto de acuerdo al marco
legal. Gangemi consideró atendible las explicaciones. Pero, según afirmó, eso no hace que abandone
la idea sobre de la disparidad de criterios de la Justicia Penal local.
"Entiendo que acá pesó la pertenencia a una clase social. No cualquiera hace un
pedido de este estilo y no a cualquiera que pide algo así se le da respuesta tan rápidamente.
Quiero es que la sentencia se cumpla en relación más cercana a lo que la sentencia dice. Vamos a
tener que estar atentos", precisó.
La condena. El mes pasado Capozucca obtuvo una rebaja de cuatro a tres años en
la condena de prisión que le habían impuesto al terminar el juicio en su contra. En forma inédita,
los jueces solicitaron que sea recluido en una dependencia policial, en una celda aislada, sin
contacto con otros detenidos y con una asistencia psicológica a cargo del Estado provincial.
En caso de cumplir buena conducta el joven podrá acceder a la libertad
condicional a los ocho meses de estar detenido. Desde los cuatro meses podrá tener salidas
transitorias.
Capozucca fue condenado por doble homicidio culposo y lesiones gravísimas
culposas a raíz del accidente que protagonizó al volante de un BMW el 22 de mayo de 2005. El joven
manejaba alcoholizado y a alta velocidad cuando se estrelló contra varios árboles del parque Norte,
en Rivadavia al 2400. Entonces, murieron en el acto Nayib Abraham, de 19 años, y Ursula Notz, de
16. Carla Alfaro, que aquel día cumplía 16 años, quedó con irreversibles secuelas cerebrales y
sigue postrada en estado de coma con conciencia mínima.
"Yo creo que hubo un cierto privilegio a Capozucca" dijo Gangemi. "Esto no quita
nuestra satisfacción a esta sentencia por un homicida vial que va preso", subrayó. "Lo único que
esperamos es que esto termine en los términos más legales y más limpios posibles".
La defensa
Este diario le preguntó al abogado de Capozucca si no advertía una situación
privilegiada en la rápida satisfacción del pedido de su cliente. "No lo creo", dijo Froilán Ravena.
"Los hábeas corpus deben resolverse en doce horas. Yo tengo la obligación de actuar para favorecer
a mi defendido. No puedo dejar de hacerlo si en otros casos no ocurre así".