Con el pedido de pena de prisión perpetua para los dos imputados, ayer comenzó el juicio oral y público donde se ventila el brutal crimen de Fabricio Zulatto, quien tenía 21 años y era jugador de futsal de Newell's Old Boys cuando en agosto de 2016 fue hallado con tres disparos en el cráneo y tapado de escombros en la letrina de un búnker de venta de drogas en Génova al 2100. En el alegato de apertura la Fiscalía ratificó que Andrés Soza Bernard, uno de los acusados y quien le vendía drogas a la víctima, pergeñó un plan movido por "la ira" y para ello le ofreció 20 mil pesos a Omar Darío "Pilo" Motier para perpetrar el crimen.
La sala 1 del Centro de Justicia Penal de Rosario se colmó de personas jóvenes, en su mayoría mujeres que rodearon y contuvieron a María Amelia y Jorge, los padres, y a María Sol, la hermana melliza de Zulatto. Rostros tristes con ojos llorosos en el comienzo del juicio en el que se busca echar luz sobre el destino del joven que estuvo desaparecido entre el 9 y el 11 de agosto de 2016.
Soza Bernard, de 33 años, es el principal acusado y está condenado a 17 años de prisión por comercialización de drogas y el crimen de una joven con la que mantenía una relación afectiva en 2008. Entró a la sala vestido con una campera negra con el escudo de Newell's Old Boys, y pantalón de jeans. Se colocó detrás de la defensora pública Gabriela Valli y sacó un par de hojas y una birome con la cual fue haciendo anotaciones.
A su lado, Motier quedó junto al abogado oficial Francisco Broglia y perpendicular a los jueces del Tribunal, integrado por Ismael Manfrín, Juan Carlos Curto y Gastón Becerra. La fiscal de la Unidad de Homicidios Georgina Pairola se dispuso de frente, y a su lado las abogadas del Centro de Asistencia Judicial (CAJ) Juliana Tagliatti y María Noel Severo, en representación de la querella por la madre de Fabricio.
Detalles escabrosos
La fiscal Pairola abrió el trámite con su alegato. Fue cronológica a la hora de describir el hecho y su hipótesis en relación a los acusados. Fabricio "salió de su casa para no regresar jamás. Fue encontrado dos días después, enterrado en un pozo y víctima de un homicidio brutal. Golpeado duramente antes de morir y rematado con tres tiros en la cabeza. Los autores del hecho se encuentra en este debate", puntualizó.
Recordó que los acusados fueron detenidos a los pocos días: Motier el 11 de agosto de 2016 y Bernard seis días después. Y aunque hasta el momento la motivación del homicidio es una incógnita, al exponer que "el crimen de Fabricio ocurrió en una vivienda precaria donde se comercializaban drogas", dejó claro que el caso fue atravesado por ese flagelo.
Indicó que Fabricio fue hallado dos días después de haber desaparecido luego de que un vecino del sitio donde lo mataron rompiera "el pacto de silencio y alertara a la policía". Explicó que el chico era "asiduo consumidor de marihuana, y reciente consumidor de cocaína, como muchos jóvenes. Y que para proveerse contactó como dealer a Soza Bernard".
Al vincular a Soza Bernard y Zulatto, la fiscal explicó que como Fabricio no manejaba gran cantidad de dinero en efectivo, ofrecía a cambio de cocaína trasladar a Soza Bernard a modo de chofer. Pero según Pairola, ese trato se cortó "abruptamente a mediados de julio de 2016. Fabricio hizo un comentario desafortunado a Soza Bernard, cuyo contenido no sabemos, pero lo suficientemente desacertado para provocar la ira de Bernard, que cuando monta en cólera, mata. Como lo hizo con Gabriela Núñez". Se refirió así a la joven de 16 años que el 5 de agosto de agosto de 2008 salía de una clase de inglés en Sucre y San Juan y el ahora acusado la mató de un balazo en la nuca por contarle a la novia oficial de Soza que era parte de un triángulo amoroso. En ese marco, la fiscal recordó que el acusado gozaba de salidas transitorias cuando mandó a ejecutar a Zulatto.
Aviso previo
También indicó que Soza Bernard "antes de matar anunció que lo haría" y prometió probar durante el juicio que al día siguiente del entredicho que tuvo con Fabricio, el 13 de julio de 2016, el acusado le mandó un mensaje a Nahuel, amigo de Zulatto, avisándole que lo iba a matar.
Entonces le anunció a Motier que por 20 mil pesos iba llevar a alguien al búnker para matarlo. "El 9 de agosto Soza ya tenía todo organizado. Motier lo esperó en el búnker y entre los dos golpearon a Fabricio y lo remataron con tres disparos en la cabeza". Luego Soza Bernard fue captado por la cámara de seguridad de un comercio de Suipacha al 700 mientras bajaba del auto de Fabricio sin la patente delantera y la de atrás adulterada.
"La Fiscalía probará que esta acción fue desarrollada al menos por dos personas en concurso premeditado. El móvil de Soza fue la ira, el de Motier el de cobrar dinero. Es difícil distinguir cual de éstos motivos es más repudiable. La Fiscalía acreditará que Soza Bernard es la última persona que tuvo contacto telefónico con Fabricio, y que a partir de eso puso en marcha el plan para avisarle a Motier que se dirigía al lugar con su víctima", narró la fiscal.
De acuerdo a la calificación del caso, Pairola solicitó que se condene a Soza Bernard y Motier a la pena de prisión perpetua por considerarlos coautores de homicidio doblemente calificado por haber sido cometido por precio o promesa remuneratoria, y por el concurso premeditado de dos o más personas agravado por el uso de arma de fuego.
Tercero en discordia
La defensora Gabriela Valli, a su turno, sostuvo que la Fiscalía "sólo cuenta con meros indicios que no pueden ser considerados prueba decisiva" para condenar a Soza Bernard. Y apuntaló que la única razón por la cual su defendido está acusado es el testimonio de otra persona imputada en la causa.
Se trata de José Luis Gómez, un arrepentido que la Fiscalía describió como "vendedor de drogas junto a Motier, ambos, bajo las órdenes de Soza Bernard". Gómez era amigo de Motier, vivían juntos, y relató a la policía los hechos que confirmó en una audiencia imputativa. Esa persona esta imputada de encubrimiento agravado (habría tapado el pozo donde fue hallado Fabricio), pero tras obtener la morigeración de la prisión preventiva se profugó.
Para la defensora, ese hombre hilvanó un discurso que le sirvió para obtener la libertad, "una historia en su beneficio" que la Fiscalía "compró sin miramientos". Y solicitó la absolución del acusado por el beneficio de la duda.
La familia
Luego declaró la madre de Fabricio, María Amelia, quien reconoció que su hijo fumaba marihuana, una situación que trataban de revertir y contra lo que luchaban. En primera fila Jorge rompía en llanto cada vez que citaban virtudes de su hijo.
Luego lo hizo María Sol, la hermana melliza de Fabricio, quien recordó los primeros instantes de incertidumbre al enterarse de la muerte de su hermano. "Nunca imaginé que en ese pozo estuviera Fabricio. Nunca pasamos por una situación así". También dijo saber que consumía marihuana, pero que lo consideraban como "algo social", aunque generaba preocupación.
Por ultimo testimonió Victoria, quien era novia de Fabricio. Dijo que se enteró de lo ocurrido mientras estaba en Miami con su familia, que sabía que consumía marihuana y que lo acompañó a comprarla. Y describió a Fabricio como "una persona excelente, alegre, inocente, divertida y muy querido por sus amigos".