Cuatro hombres se encaminan a un juicio oral por el crimen de Sergio Luis Bova ocurrido en agosto de 2016 en la zona sudoeste de la ciudad. Tres de ellos son hermanos: Carlos Matías, Diego Armando y Juan Sebastián Avaca, y el restante es Ramón Benítez, quien fue acusado como instigador del crimen. Para todos ellos el fiscal de Homicidios Ademar Bianchini pidió la misma pena de 18 años de prisión, aunque les atribuyó distinto grado de participación en el hecho.
Bova tenía 35 años y un pedido de captura por haber violado salidas transitorias de la cárcel de Coronda. El domingo 28 de agosto de 2016, alrededor de las 14, se encontraba con su pareja cuando fue sorprendido por tres hombres que lo abordaron en inmediaciones de Alsina y Garibaldi. Al parecer hubo un forcejeo previo que culminó cuando le dispararon. Con una herida de arma de fuego con orificio de entrada y salida en la región intercostal izquierda, Bova fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca) donde falleció un par de horas después.
Ya por esos días había testigos que mencionaban a los agresores por sus nombres y el mismo apellido, de quienes dijeron que habían escapado en una moto Yamaha Cripton roja de 110 centímetros cúbicos. Incluso allegados a la víctima quemaron una precaria casilla de Castellanos al 4100 donde vivía uno de ellos.
Lo cierto es que los hermanos Avaca fueron detenidos al año siguiente. El 2 de abril de 2017 fue arrestado Carlos; el 29 de ese mes Diego Armando. Finalmente, Juan Sebastián fue apresado en mayo de ese año en Córdoba y Pueyrredón.
Pedidos y rechazos
Ayer se celebró la audiencia preliminar al juicio oral y público en la cual las partes adelantaron las pruebas documentales y testimoniales que presentarán durante el juicio oral y discutieron las medidas cautelares de los cuatro acusados.
El fiscal Bianchini pidió 18 de años de prisión para los cuatro imputados por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y tenencia ilegítima de arma de fuego de uso civil. A Diego y Sebastián los imputó como coautores. Y a Carlos lo ubicó como partícipe primario y a Benítez, acusado como instigador, le agregó el delito de amenazas coactivas calificadas.
El defensor de Diego, Daniel Kantor, pidió rechazar la acusación para su cliente y reclamó que se le dictara el sobreseimiento. Además hizo reserva constitucional en caso de que fuera condenado. Lo mismo hizo Graciela Sanmiguel en representación de Carlos, para quien pidió la libertad (actualmente cumple un arresto domiciliario). La defensora de Juan Sebastián, Mariel Diponte, pidió el sobreseimiento por falta de evidencias. Igual postura adoptó Adrián El Juri, quien cuestionó la figura de instigador que se le atribuyó a Benítez, quien cumple prisión domiciliaria.
Finalmente, la jueza Patricia Billota resolvió diferir la resolución aunque, por acuerdo de partes, resolvió conceder salidas laborales para Carlos Avaca, de lunes a sábados de 8 a 18.