La fiscal Ana Rabín ratificó que Héctor David "Porteño" Rodríguez y Sergio Federico "Chuno" Acosta fueron los ejecutores materiales del asesinato de Maximiliano "Quemadito" Rodríguez, a quien sorprendieron junto a su novia en la esquina de Pellegrini y Corrientes la tarde del 5 de febrero de 2013. El Porteño se encargó de dispararle a la cabeza por atrás, desde mínima distancia, mientras que Chuno permanecía en la Honda Tornado blanca que ambos utilizaron para huir del lugar. La acusadora también convalidó que ambos acusados habían tratado de asesinarlo nueve días antes efectuándole trece disparos frente a una casa de barrio Acíndar, motivo por el cual Quemadito se movilizaba con muletas en el momento en que le quitaron la vida.
Por todo esto Rabin requirió una pena de 17 años de prisión efectiva para El Porteño Rodríguez, el que apretó el gatillo para concretar el crimen, y 15 para Chuno Acosta, quien participó del plan homicida y sacó al autor material de la escena del hecho. La integración de la pena también considera el atentado previo en el que Quemadito salvó la vida por milagro y la portación ilegal de las armas para perpetrar los dos hechos.
Además hay otras dos personas implicadas con pedido de condena por intervenir en la acción homicida. A Jesús Romano la fiscal le pidió trece años de cárcel por haber marcado la dirección donde se encontraba Quemadito en el momento en que fue emboscado y retener allí a la víctima simulando que no podía darle arranque a su moto. Y para Walter "Walo" Acosta solicitó siete años. Su rol consistió en distraer a Sofía Laffatigue, la novia del Quemadito, haciéndole gestos desde la vereda de enfrente de Pellegrini, lo que garantizó al Porteño Rodríguez concretar casi un fusilamiento.
Disputas. Estos hechos están ligados a las disputas violentas por el control de la hinchada de Newell's Old Boys. En este marco, el ex líder de la barra brava Diego "Panadero" Ochoa espera juicio como ideólogo de los dos ataques contra Quemadito, el que quedó en un intento y el que ocasionó su muerte. Es que el joven asesinado había participado de una embestida para destronar al Panadero de la tribuna rojinegra.
En la instrucción del caso quedó probado por fotos, escuchas y mensajes telefónicos que Chuno y Porteño eran subordinados directos de Ochoa.
Controversia. Este pedido de penas desató una controversia en los pasillos de Tribunales donde hay funcionarios que remarcan que son de escasa severidad tratándose de hechos de notoria prioridad persecutoria. Son casos ligados a las disputas económicas del fútbol, que acaban de generar una oleada con tres homicidios en los últimos meses ligados a Newell's. Fueron ejecuciones encargadas a sicarios bajo promesa de pago, en acciones reiteradas, de gran visibilidad y con propósito aleccionador. La escala penal, según esas mismas fuentes judiciales, permitía pedir penas de hasta 30 años por hechos que, como la violencia barra, son de gran preocupación a nivel social y estatal. "A la mitad de la pena estarán en condiciones de egresar con libertad asistida. Llevan tres años presos. En cinco años más empezarán a salir de prisión", se quejó un alto vocero judicial.
El valor de la hinchada rojinegra como factor central de estos actos está planteada por la misma fiscal que solicita las penas. Cuando describe los ataques que atribuye a los acusados señala que a Quemadito Rodríguez se le intentó dar muerte primero y se lo asesinó después en hechos que tuvieron "el concurso premeditado de dos o más personas a cambio de un precio o promesa remuneratoria aportada u ofrecida por Diego Lucas Ochoa en el marco de una organización criminal por él liderada siendo esta la barra brava del club Newell's Old Boys, ejecutando la orden impartida por el mismo".
Pruebas. En base a numerosos testimonios, comunicaciones interceptadas, detección de antenas telefónicas y testigos directos del hecho, el entonces juez de Instrucción Javier Beltramone desentrañó el crimen. Las conclusiones que expuso, con prueba nueva generada por el fiscal Luis Schiappa Pietra, ahora utilizó la fiscal Rabín para pedir pena.
Ese día Jesús Romano anunció a Quemadito que lo visitaría y con un mensaje de texto se entera de que la víctima ya está en su casa. A partir de esto le avisa a Walo Acosta, quien realiza las acciones distractivas para el crimen, a Chuno Acosta que espera en la moto para asegurar la huida y al Porteño que se encarga de disparar.
En el despliegue acusatorio la fiscal reproduce la trama de conflictos que ya había señalado Beltramone. Al menos el Porteño Rodríguez y Quemadito estaban ligados en internas rivales de Newell's. Varios testimonios sindican al Porteño como mano derecha de Ochoa. Estos eran compañeros de Quemadito en la barra brava pero "rompieron relaciones luego de que la víctima junto a su padre (Sergio "Quemado" Rodríguez) y Matías Pera intentaron quitarle el liderazgo al Panadero".
La querella está de acuerdo
Uno de los abogados que representa como querellantes a Sergio Rodríguez, el padre de Maximiliano "Quemadito" Rodríguez, manifestó su acuerdo con el pedido de pena de la fiscal Rabin. "Nos adherimos a todos los puntos del dictamen. Es innecesario extendernos en el planteo porque la investigación de lo ocurrido, el análisis de la prueba y el pedido de pena son lógicos y coherentes. Adherimos al alegato de la fiscalía", dijo Carlos Varela.