La escena se vivió ayer al mediodía en Mendoza al 1500, en el Hotel Nogaré, donde el herido finalmente identificado como Ernesto B. se había alojado bajo una identidad falsa —Héctor Sanabria, de 35 años— y dijo trabajar como "embarcado".
Por Claudio Berón
La escena se vivió ayer al mediodía en Mendoza al 1500, en el Hotel Nogaré, donde el herido finalmente identificado como Ernesto B. se había alojado bajo una identidad falsa —Héctor Sanabria, de 35 años— y dijo trabajar como "embarcado".
Buscado
El hecho se precipitó alrededor de las 13 de ayer cuando, según relató un testigo, un hombre de entre 30 y 35 años entró al hotel y preguntó por Sanabria. El conserje le dijo que el pasajero estaba en su habitación. El hombre se retiró y se quedó fuera del hotel con otras dos personas, contando chistes y a los gritos al punto que un vecino sostuvo que "molestaban bastante ahí en la puerta".
Los tres hombres que esperaban a Sanabria —al parecer lo conocían por ese apellido— iban de un lado al otro y cada 15 minutos se asomaban por la puerta para ver si la persona que buscaban salía del hotel. Cerca de las 14 el huésped bajó y al pasar por la conserjería preguntó si alguien lo buscaba. Le respondieron que sí, que en la puerta había tres personas que momentos antes habían preguntado por él.
Entonces "Sanabria" salió por la puerta del hotel y cruzó la calle. Habló con quienes lo buscaban, pero la conversación duró poco y pasaron a los cachetazos. Forcejearon mientras los transeúntes y quienes estaban en los negocios de la cuadra creyeron ver otra escena. Cuando se empujaron y uno de los que estaba en el grupo cayó al piso, los ocasionales testigos pensaron que era realmente un atraco.
Cuando en un momento el huésped pudo zafar del forcejeo corrió y entró al hotel por la puerta del bar que está en el mismo edificio. Agitado, pidió un teléfono para "llamar a la policía". Casi se agachó a un costado pero lo que menos habrá esperado es que quienes le habían pegado entraran armados al hotel.
"¡Pagá lo que debes!", le gritó un hombre "de cara gordita y bien vestido", refirió un testigo que presenció toda la secuencia. Luego de gritar apuntó con el revólver y disparó "sólo una vez. El tiro fue a la panza y no salió. Se le veía el agujero cuando se levantó la camisa", dijo el testigo.
El agresor salió a la carrera, cruzó la calle y subió al auto en el que lo esperaban sus dos cómplices. El vehículo arrancó por Mendoza y se perdió en el enmarañado tránsito.
"Confundido"
Adentro quedó el misterioso huésped sentado en una mesa a la espera de la ambulancia. "Primero le preguntamos si lo habían robado y nos dijo que no, que lo habían confundido con otra persona. Le dolía la herida, pero nos contó que no entendió lo que le pasó, por qué le habían disparado", relató el mozo del bar lindero al hotel.
A los diez minutos llegó la ambulancia del Sies y "Sanabria" fue trasladado al Hospital Provincial, donde diagnosticaron un balazo en el abdomen sin orificio de salida aunque su estado no revestiría gravedad. "Está fuera de peligro y en realidad se llama Ernesto B.", aseguró una fuente oficial. Fuentes judiciales señalaron que el caso fue tomado inicialmente por la Fiscalía de Flagrancia en turno y se ordenó el relevamiento de cámaras de vigilancia y la recolección de testimonios.