Lautaro Saucedo tenía 17 años y el martes 29 de octubre fue asesinado por la espalda por un policía cuando escapaba tras intentar robarle un bolso a una mujer en el barrio de Guadalupe, en la ciudad de Santa Fe. El autor del disparo, el subcomisario Francisco Olivares, estaba trabajando como custodio de un repartidor cuando vio lo que ocurría y actuó sin contemplaciones. Hoy está preso e imputado de homicidio simple. El padre de la víctima, Walter Saucedo, también es policía. Y pasó en su auto por el escenario criminal de casualidad. Entonces se acercó al joven malherido y sufrió un gran impacto al saber que era su hijo. "Pá, perdoname", fueron las últimas palabras que escuchó de él antes de que falleciera.
Tras una semana de silencio, Walter Saucedo habló ayer con una radio santafesina. Aún destruido, relató los últimos minutos de vida de su hijo. "Pasaba en mi auto por el lugar cuando vi un procedimiento policial, con una persona en el piso que tenía sangre en la espalda. En ese momento paró un adolescente y me dijo algo. Saqué mi torso por la ventanilla y vi a mi hijo tendido boca abajo. Bajé, me tomé la cabeza con las dos manos, y me arrodillé a su lado", contó el hombre.
"Lautaro me decía que le dolía mucho la panza. Su mano estaba fría y ahí me di cuenta de que estaba mal", dijo el hombre que trabaja en la seccional 9ª de Santa Fe. "Le dije «quédate tranquilo» y me dijo «pá, perdoname». Me di cuenta de que algo había pasado, que algo estaba mal. Me pidió perdón y le dije que no pasaba nada".
El hombre dijo que le mojó los labios a Lautaro y que éste le pidió que no le cuente lo que había ocurrido a la madre. Después, le dijo que tenía "mucho sueño".
A seis metros de él estaba Olivares, su compañero de la fuerza que desempeñaba funciones en la Unidad Regional V (departamento Castellanos) y que le había disparado a Lautaro. "No lo increpé, no lo insulté, sólo lo miré. Mi preocupación sólo era mi hijo", relató Saucedo.
Sobre el robo de la mujer de 73 años que habría cometido su hijo, el hombre dejó en claro que no entiende por qué su hijo delinquió. "Lautaro no necesitaba robar, era una persona que lo tenía todo. Al interrogante me la voy a llevar hasta el día de mi muerte", sentenció. Y aclaró que a Olivares "no le guardo rencor, no le deseo el mal".
El padre de Lautaro aclaró que nunca estuvo de acuerdo con la descripción de "gatillo fácil" para los casos de abuso o exceso policial, pero que no justificaba al asesino de su hijo. Tampoco entiende, añadió, por qué el chico había intentado robarle a una mujer de 73 años en la vereda de Risso al 2200, y le pidió disculpas públicas a la mujer.
Saucedo recordó que a Lautaro le gustaba andar en bicicleta, que nadaba y que iba a empezar a practicar rugby junto a su hermano. "No le faltaba nada", agregó para volver sobre su extrañeza respecto al intento de robo que le costó la vida.
"No merecía morir"
En tanto la madre de Lautaro, Romina Silva, grabó un video que subió a las redes sociales y en él afirmó que su hijo mayor "no era un delincuente", y que "mucho menos merecía morir". "A mí no me importa lo que diga la gente, pero tengo un hijo de 11 años que vive leyendo redes sociales y para quien su hermano mayor era como su papá. Y ahora Lauti no está, y tenemos que seguir adelante con el alma rota", dijo la mujer en un posteo.
"Hace una semana que arrebataron la vida de mi hijo, lo asesinaron a sangre fría, como se ve claramente en el video. Mi hijo tuvo un momento de pelotudez, no le faltaba nada. Me voy a morir pensando por qué no me pidió 100 pesos a mí. Eso le costó la vida, lo asesinaron. Esa persona (el subcomisario Olivares) se creyó que tenía derecho sobre la vida de mi hijo sin darle oportunidad de nada, a que lo lleven en cana, a que se arrepintiera. Cualquier otro policía, y conozco a muchos, le hubiese dado un cachetazo en la nuca y le diría «Lautaro, la puta madre, qué estás haciendo, ahora vamos a llamar a tus viejos». Pero se cruzó con este loquito, enfermo, resentido social. Sabía perfectamente cómo disparar, y lo mató y no se le movió un pelo. Decidió que mi hijo muriera. ¿Por qué? Por un momento de pelotudez. No era un delincuente, era respetuoso, amable, cariñoso, amiguero. ¿Qué le pasó? No se qué quiso hacer. Qué tan delincuente es que esperó que la abuela le diera la plata, ni siquiera se la sacó. Hasta se ve que se arrepiente (en el video), porque no era su esencia, no era así. Tuvo un momento de pelotudez como muchos adolescentes y le costó la vida", meditó la mujer en el video.
"Juzgan sin saber"
"Esta es una sociedad mediocre, juzgan. ¿Con qué vara juzgamos? Entonces que vaya alguien y le meta un tiro a ese tipo, porque ese sí es un delincuente. Matemos a los políticos, al que roba una mandarina, una planta. Por qué la sociedad dice que se merecía morir. ¿Quiénes son para castigar? Ni siquiera saben lo que están haciendo sus hijos", agregó la mamá de Lautaro antes de preguntarse: "¿Se merecía morir como un perro? No, porque era adolescente, como todos quería probar, saber, preguntar, y no sé qué quiso robar porque podría haber pedido plata a cualquiera de nosotros. Pero no lo hizo y se quedó esperando que la mujer le diera la plata".
En su momento, tanto la policía como la hija de la mujer de 73 años asaltada en Risso al 2200 de la capital provincial, sostuvieron que el robo existió. En un video se ve como Lautaro aparece por detrás de la mujer y le intenta quitar un bolso de la mano. Ante la resistencia de ésta, el joven se va, pero la misma víctima lo llama y le da plata.
Toda la acción fue vista desde unos 30 metros por Olivares que sacó su arma y sin mediar palabras disparó por la espalda al muchacho, que se desplomó en el piso con una bala calibre 9 milímetros en la espalda. Esa fue la acción que vio Saucedo padre, y a la que se acercó sin saber que la víctima fatal era su hijo.