Enrique Adrián "Cable" Solís fue imputado por homicidio calificado con el concurso premeditado de dos o más personas en calidad de partícipe primario por el crimen de Lorena Ojeda, una chica de 16 años asesinada por error en diciembre de 2016 cuando los agresores buscaban eliminar a su hermana, testigo de un homicidio en el que estaba involucrado Ariel "Tubi" Segovia.
Solís está en prisión preventiva desde febrero de 2018 acusado como uno de los sicarios de los hermanos Ulises y Jonatan Funes, y un atentado contra el padre de éstos, hechos relacionados con disputas por el comercio de drogas con la familia del asesinado Roberto "Pimpi" Caminos.
Solís fue apresado en febrero del año pasado por la Policía Federal en el barrio Tablada y el fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos Adrián Spelta le imputó entonces el crimen de Jonathan Funes, ocurrido el 7 de enero del año pasado, calificado por la participación de dos o más personas agravado por el uso de arma de fuego y encubrimiento. Y la misma calificación le endilgó por el asesinato de Ulises Funes, perpetrado el 8 de febrero de 2018. Además le achacó la tentativa de homicidio contra Jorge Funes, el padre de los jóvenes que sufrió un atentado a fines de 2017 en su casa.
En ese momento se le dictó la prisión preventiva por el plazo de ley y en esas condiciones llegó ayer a la acusación por el caso de Lorena Ojeda, en una pesquisa del fiscal Luis Schiappa Pietra.
Según la hipótesis fiscal, Solís integraba el grupo junto a los ya coimputados Fernando Andrés Caminos y Cristian Mario González cuando el 16 de diciembre de 2016 cerca de las 23 se presentaron en una casa de Vera Mujica al 2900, golpearon la puerta y balearon en el tórax a Lorena causándole la muerte.
Por error
La investigación determinó que ese ataque había sido instigado por "Tubi" Segovia (entonces detenido y asesinado luego en Coronda), con el fin de que la hermana de la víctima no participara como testigo en una rueda de personas fijada para el 19 de diciembre de 2016 y lo señale como uno de los autores del homicidio de Jonathan Rosales, de 25 años, ocurrido en junio de 2016.
En una audiencia desarrollada ante el juez Mariano Alliau, el fiscal dijo que aunque no hay pruebas que indiquen que "Cable" haya disparado, las escuchas anteriores y posteriores al homicidio lo ubican en el lugar del hecho y los interlocutores son González y "Tubi".
En las llamadas anteriores al homicidio se los escucha decir "bajá ya", "llevo pistola" y "vamos a ir «Cable», yo (González), mi cuñado, «Andy» (Caminos) y un amigo". Para el juez, esos audios "indican que ciertas personas se dirigían a un lugar con prisa".
Si bien el asesinato fue cometido cerca de las 23, en llamadas posteriores le confirman a Segovia que "Cable" había estado presente, y él mismo dice haber visto cómo le disparaban a la víctima.
Tras ello Solís tomó la palabra y aseguró que no era su voz la de las escuchas, que nunca había hablado con esas personas y pidió que periten las llamadas. También pidió ante el juez que se le permita presentar prueba que demuestre su inocencia.
Su defensora, Romina Bedetti, insistió en ese punto y dijo que no está probada que fuera la voz de su cliente, que no hay testigos y que el coimputado Andrés Caminos dijo que Solís no estuvo aquella noche.
El juez consideró el apodo de Solís como un elemento vinculante para reforzar la teoría del fiscal, quien recordó que en uno de los celulares secuestrados hay numerosas fotos de Solís y audios donde se lo cita como "Cable" y dictó la prisión preventiva del imputado por el plazo de ley.