Detenido. El abogado y ex funcionario de Seguridad Agustín Andereggen.
Ocho personas, entre ellas el abogado que fuera coordinador del Ministerio de Seguridad en Rafaela, fueron imputadas ayer por el fiscal Martín Castellano a raíz de una decena de delitos cometidos en perjuicio de un kinesiólogo y su entorno familiar para reclamar una abultada deuda contraída para la compra de insumos profesionales y gastada en apuestas ilegales. El juez José Luis Estévez escuchó las acusaciones y en los próximos días definirá si los imputados recuperan la libertad o siguen detenidos.
Fabricio Nicolás A., de 28 años; el ex funcionario Alejandro Andereggen, de 29; y Ezequiel Martín D.L.S., de 28 años, fueron imputados como coautores de privación ilegítima de la libertad, violación de domicilio, daños simples y amenazas calificadas. Además, al primero de ellos le atribuyeron amenazas calificadas, privación ilegítima de la libertad agravada (por violencia o amenazas) y coautoría de amenazas coactivas. Y a los otros dos les sumaron amenazas coactivas en carácter de coautores.
Por su parte, a Martín Miguel B., de 32 años; Matías Francisco F., de 30; Lucas O., de 34; y Juan Manuel G., de 26, les imputaron ser coautores de tres hechos de amenazas coactivas. Y Darío Grabriel S. quedó acusado por amenazas simples en concurso real con amenazas coactivas.
Prestamistas
Según el fiscal Castellano, "los delitos investigados fueron cometidos a partir de enero de este año" cuando "en distintas oportunidades y circunstancias los acusados hicieron entregas de determinadas sumas de dinero por montos variables, tanto en moneda nacional como extranjera a Martín V.F. hasta alcanzar los 200 mil dólares". Y que ese dinero, la víctima lo utilizó "para llevar adelante compras de artículos e insumos médicos necesarios para el ejercicio de su profesión comprometiéndose a devolver tanto el capital como los excedentes obtenidos".
En ese sentido, dijo el fiscal, "con el pretexto de la existencia de esa deuda, los imputados llevaron adelante una serie de maniobras intimidantes, coaccionantes y violentas, con el propósito de obtener un beneficio económico ilegítimo".
"De esa manera entre el 27 de julio y el 1º de agosto pasado, los imputados ejecutaron —en forma grupal e individualmente según los casos— distintos actos agresivos e intimidatorios en perjuicio de la víctima, de sus padres y de sus hermanos para exigirles elementos patrimoniales que hagan frente a la deuda que tenía el kinesiólogo".
Así, el 27 de julio tres de los imputados llegaron a la casa de una hermana de la víctima para "avisarle" de la deuda y decirle que debía contactarse con ellos. Luego fueron hasta la casa del padre del kinesiólogo donde repitieron el discurso y manifestaron que la deuda ascendía a 200 mil dólares. Desde allí se dirigieron a la casa que alquila como vivienda y consultorio Martín V.F. y la víctima les dijo que no tenía esa suma de dinero porque "la había perdido en apuestas de juego".
Apretadas y balas
Desde ese momento empezaron las amenazas y los apretadores sostuvieron que atrás de ellos había "gente muy pesada", que con esas personas "no se jugaba" y le exigieron al padre de Martín V.F. que vendiera su casa para pagar la deuda.
Un día más tarde la víctima recibió un mensaje amenazante de WhatsApp y el 29 de julio, en varias llamada, lo alertaron de que la situación podría "generar suicidios o rupturas familiares" y le exigíeron "entregar la vivienda" de su padre .
En la audiencia de ayer también se ventiló que el 31 de julio, el ex funcionario de Seguridad en Rafaela citó al padre de Martín V. en una casa y allí, tras pedirle que deje el celular afuera, le dijo que "era cómplice" de su hijo, que él "representaba al ministro de Seguridad", que era un "buen abogado" y que si ellos "eran perejiles, él no". Por lo que si no aparecía la plata "se venía un tsunami" que los obligaría a irse de Rafaela. "Yo no voy a judicializar la deuda, hay otras armas para solucionar el tema", dijo el funcionario de acuerdo a la acusación.
Tras esa reunión hubo varios llamados amenazantes a familiares de Martín V.F. y el 31 de julio cuatro hombres, entre los que estaba Andereggen raptaron al dueño del a propiedad que alquila el kinesiólogo para vivir y ejercer, "lo amenazaron, lo obligaron a subir a un auto privándolo de su libertad y lo hicieron ingresar al consultorio donde provocaron desorden y daños dejando un mensaje intimidatorio". Al respecto, los pesquisas hallaron un manuscrito que decía "Honrar las deudas" y sobre una caja fuerte la leyenda "Estás muerto".
El primer día de este mes, Martín V.F recibió un nuevo WhatsApp amenazante en su celular en el que le decían que era el último día de plazo y que "si tengo que meterte el caño en la boca, alguien consigo".
Horas más tarde, durante la madrugada del domingo 2, la casa del padre de Martín V.F. fue baleada y una ventanas resultó perforada. En el lugar los policías levantaron una vaina servida calibre 22 largo y tres fragmentos de plomo. Entonces el hombre denunció todo lo que ocurría y el fiscal Castellano ordenó el miércoles once allanamientos que depararon en la detención de los ocho acusados ayer.
Por María Laura Cicerchia