Tras la decisión de desplazar al subdirector de policía Claudio Romano de la jefatura de la Unidad Regional II debido a que “no cumplió con los objetivos fijados” por el titular de la fuerza provincial y el Ministerio de Seguridad, la danza de nombres en la policía rosarina no dejó de dar que hablar para ocupar los cargos que toda reorganización requiere. En lugar de Romano asumió, como ya se dijo en la edición de ayer de La Capital, quien era su segundo: el subdirector Danilo Villán. Y hasta ayer, se confirmó oficialmente, éste no tenía subjefe. No obstante la usina de rumores entre voceros oficiales y de los otros, mencionaron el nombre de Natalio Marciani, quien finalmente sigue al frente de la División Judiciales.
En ese marco, las fuentes consultadas habían asegurado el nombramiento de Marciani como subjefe de la UR II y la designación de dos hombres con un pasado controversial en la fuerza en puestos claves. Claudio Kleiman (en Judiciales) y Juan Carlos Walter Giménez Claverol (en Orden Público). Pero esos nombres se cayeron como un castillo de naipes apenas las autoridades ministeriales observaron sus expedientes. Lo cierto es que, como se dijo, Marciani sigue al frente de Judiciales y en Orden Público (es decir el control de todas las comisarías del departamento Rosario y las correspondientes Inspecciones de Zona) fue designado el subdirector Raúl Oscar Romero.
El nombre de Romero, como el de la mayoría de aquellos altos mandos policiales con más de veinte años de antigüedad en la fuerza, también tiene su historia. En mayo de 2015 el ahora jefe de Orden Público de la Unidad Regional II era titular de la ex Drogas Peligrosas en Villa Constitución y fue corrido de sus funciones con los mismos argumentos que Víctor Sarnaglia decidió desplazar a Claudio Romano de la Jefatura rosarina. “No estuvo al nivel que esperábamos”, dijo el entonces titular antinarcóticos Sergio Gorosito.
Romero viene de una familia policial en la que se destaca el nombre de Oscar “Tarta” Romero, el ex comisario que acumuló varias denuncias por enriquecimiento ilícito y que tras su retiro lideró una agencia de seguridad privada.
Por entonces, consultado Gorosito sobre el desplazamiento de Romero, dijo que “la finalidad es incorporar nuevos jefes como parte de los cambios que hacemos cuando los hombres no cumplen con los objetivos planteados y lo hacemos dentro de nuestras facultades”.
Y al ser consultado en una entrevista con otro diario rosarino sobre qué significaba no cumplir con los objetivos, Gorosito fue claro: “Cuando usted le dice a su personal que tiene que trabajar y los resultados no son los esperados, bueno, ya sea por la circunstancia que sea, aplicamos cambios”. Y aclaró que en los diez meses que Romero estuvo al frente de Drogas Peligrosas en la Unidad Regional VI de Villa Constitución, “no tuvimos procedimientos ni allanamientos, las investigaciones no avanzaron, y como uno escucha todas las campanas, si no tenés resultados, está claro que es lo que faltó. Este hombre no venía de Drogas, ni tenía experiencia. Nosotros tenemos paciencia, pero también tenemos un límite”.
Los nuevos
Más allá de la designación de Romero al frente de la Agrupación Cuerpos, lo que sí fue confirmado ayer fue la designación de los once jefes que estarán a cargo de las Inspecciones de Zona de la policía rosarina. Ellos son: Inspección 1ª, Eloy García; 2ª, Analía Herrera; 3ª, Edgardo Oviedo; 4ª, Carlos Rodríguez; 5ª, Luis Cardozo; 6ª, Gustavo Orellano; 7ª, Carlos Márquez; 8ª, Carlos Bonaldi; 9ª, Sergio Zeballos; 10ª, Víctor Vega; y 11ª, Ramón Fernández.
De ellos dependerán los jefes de las comisarías que seguramente se irán conociendo en los próximos días y, tal cual lo dijo el jefe de la policía de la provincia en el diálogo que mantuvo con La Capital la tarde del viernes su trabajo será arduo. Es que para Sarnaglia “hay que volver al viejo esquema de las seccionales barriales” en las cuales los comisarios estén en contacto permanente con los habitantes de sus jurisdicciones, sean lugares de referencias para los vecinos, donde éstos sean bien atendidos y se les reciban las denuncias que llevan, de donde surja la información que la prensa necesita y desde las cuales la gente vuelva a confiar en la fuerza.
“Dejar de lado las lucubraciones”
El jefe de la policía de Santa Fe, Víctor Sarnaglia, aseguró ayer que “queremos ser cautos a la hora de dar los nombres de los nuevos jefes que ocuparán cargos relevantes en la cúpula de la policía rosarina”, en relación a la danza de identidades que circulan por redes sociales y medios de comunicación.
“Recién los daremos a conocer una vez que la Agencia de Control Policial (ex Direción de Asuntos Internos) evalúe cada uno de los expedientes de esas personas y les sea comunicado en forma personal por quien corresponde”, dijo Sarnaglia.
En ese sentido remarcó: “No creemos conveniente que esas personas se enteren de sus designaciones por la prensa o por el eco que generan las lucubraciones internas de la fuerza sino que todo sea como corresponde, en forma institucional”.