Hoy se cumple una semana de la desaparición de Silvana Stella Maris Lubini, la mujer de 40 años que trabajaba en un restaurante de Presidente Roca y el río Paraná, y a la que misteriosamente se le perdió el rastro a las 7 de la mañana del último domingo cuando en teoría se dirigía a comenzar con sus tareas.
Desde la Fiscalía Regional Rosario se informó que “el protocolo de búsqueda que se pone en marcha en estos casos está activado desde que se recibió la denuncia por parte de una familiar de la mujer. Tanto Prefectura Naval como Gendarmería Nacional están colaborando en la búsqueda y también se están investigando datos que fueron llegando a la Fiscalía, pero por el momento con resultado negativo”.
La familia de Lubini es pequeña. Está integrada por un hermano menor que ella y sus primos. La mujer no tiene padres ni pareja y desde su entorno solicitaron a La Capital que, “a fin de ordenar la información, no entorpecer la búsqueda y que no se pierdan los datos veraces que puedan recabarse de Silvana”, toda la comunicación que pueda aportarse se concentre mediante llamados a la Central de Emergencia del 911 o en las redes sociales oficiales de Fiscalía.
Lubini es de tez trigueña, cabello castaño oscuro, ojos marrones, 1.65 metros de estatura, contextura física robusta y tiene tatuajes en ambos brazos y la pantorrilla derecha según se describió en la denuncia.
Fue vista por última vez alrededor de las 7 de la mañana del domingo 14 de febrero en inmediaciones de su lugar de trabajo como encargada del bodegón de río El Dorado que funciona en el club Peña Rosarina de Pescadores Deportivos, ubicado sobre la costa ribereña central, a la altura de calle Presidente Roca.
Horas antes Silvana había estado en su casa. “Durmió en la casa y a la mañana temprano se fue para la zona del restorán”, aseguró su hermano, con quien convivía. Ya en el club, “el sereno la vio por última vez”, precisó Romina, prima hermana de Lubini, quien el lunes 16 presentó una denuncia en la comisaría 2ª.
Desde el ámbito familiar trascendió que Silvana estaba un poco deprimida por la situación económica y laboral a raíz de la inestabilidad económica que generó la pandemia de coronavirus y que mantuvo el lugar de trabajo cerrado por bastantes meses. También se comentó que había tenido algunos “problemas laborales” que le sumaban presión: “Ella ganaba poco y para colmo tenía que mantener un alquiler ya que vive con su hermano menor porque sus padres fallecieron”, confiaron a este diario.
Ayer, en tanto, desde el Comité Feminista ante la Emergencia Sanitaria, se convocó para hoy a las 18 a una concentración en Presidente Roca y el río, frente al lugar donde trabaja Silvana, para acompañar a su familia en el reclamo de una investigación judicial eficaz y la inmediata aparición de la mujer.